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Benedicto XVI: "Los niños necesitan el amor de un padre y una madre"

Durante la tradicional misa del Ángelus ante miles de fieles en San Pedro, el Papa ha hecho un llamamiento a la paz y ha lamentado los ataques contra el cristianismo de Filipinas y Nigeria. También ha exaltado el valor de la familia y "el amor de un padre y una madre" para los hijos.

Benedicto XVI expresó una "gran tristeza" por los atentados ocurridos esta Navidad contra cristianos en Filipinas y Nigeria, que se han cobrado numerosas víctimas, y tras denunciar que no se detiene la violencia contra los seguidores de Cristo, hizo un llamamiento a la paz y contra el odio.

Ante varios miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para el rezo del ángelus, el Papa denunció que en este tiempo de Navidad el mundo sigue marcado por la violencia.

"En este tiempo de Navidad, el deseo y la invocación del don de la paz se hacen más intensos. Pero nuestro mundo continúa marcado por la violencia, especialmente contra los discípulos de Cristo", afirmó el Obispo de Roma.

"Un padre y una madre"

Benedicto XVI exhortó también a las familias a "no desanimarse" ante las pruebas y las dificultades con las que se enfrentan y a dedicarse con confianza al servicio de la vida y de la educación, y dijo también que los niños necesitan del amor "de un padre y una madre".

Ante varios miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para el rezo del ángelus, el Papa recordó que la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia el primer domingo tras la Navidad y que la familia de Nazaret sigue siendo "un modelo de vida" para la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer.

"La Sagrada Familia es un modelo de vida para todas las familias, ya que Jesús ha querido nacer en una y de esa manera la ha bendecido y consagrado. Pidamos por todas las familias para que no se desanimen ante las pruebas y las dificultades con las que se enfrentan", afirmó el Obispo de Roma.

También las exhortó a cultivar siempre el amor conyugal y a dedicarse con confianza al servicio de la vida y de la educación.

Atentados contra el cristianismo

El Pontífice añadió que conoció "con gran tristeza" el atentado contra una iglesia católica en Filipinas mientras se celebra el rito de la Navidad, así como el ataque contra iglesias cristianas en Nigeria.

El Papa agregó que la tierra "se ha manchado también de sangre" en otras partes del mundo, como Pakistán.

"Deseo expresar mi más sentido pésame a las víctimas de estas absurdas violencias y repito una vez más el llamamiento a abandonar el camino del odio y encontrar soluciones pacíficas de los conflictos y dar a las poblaciones seguridad y serenidad", afirmó.

Benedicto XVI expresó asimismo su solidaridad con las familias que se ven obligadas a abandonar sus casas debido a las guerras, la violencia y la intolerancia.

El Papa pidió a los fieles unirse a él en las plegarias para pedir "con fuerza" a Dios "que toque los corazones de los hombres y lleve esperanza, reconciliación y paz".

Al menos once personas resultaron heridas el sábado al estallar un artefacto explosivo en una iglesia en la isla filipina de Joló durante una misa con ocasión de la Navidad.

En la ciudad de Jos, capital del estado central nigeriano de Plateau, al menos 32 personas murieron y 74 resultaron heridas de gravedad al explotar durante la Nochebuena siete artefactos de fabricación casera en iglesias y barrios frecuentados por cristianos, tras los que podrían estar grupos islámicos.

En Pakistán, al menos 43 personas murieron y 64 resultaron heridas en un atentado suicida contra un puesto de las fuerzas de seguridad en el cinturón tribal paquistaní fronterizo con Afganistán.

Almuerzo con indigentes

El papa Benedicto XVI almorzó además con 350 indigentes que viven en Roma, entre ellos un musulmán y un chino, en el Aula Pablo VI del Vaticano.

Se trata de indigentes e inmigrantes sin techo a los que prestan cuidados las Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por la beata Madre Teresa de Calcuta, de la que se cumple el centenario de su nacimiento.

También asistieron a la comida 180 monjas de la congregación Madre Teresa de Calcuta que tiene en Roma numerosos centros de acogida de indigentes e inmigrantes.

La comida se celebró en el mismo lugar donde el Pontífice suele almorzar con cardenales y prelados en momentos importantes de la Iglesia, como los consistorios para la creación de purpurados o sínodos de obispos.

Ya el pasado año Benedicto XVI acudió a la comunidad de Sant'Egidio, en el barrio romano de Trastévere, para comer con 150 pobres, en su primera salida del Vaticano tras el incidente de la Misa del Gallo, cuando fue empujado y tirado al suelo por una mujer que saltó una valla de la basílica de San Pedro.

Benedicto XVI tiene también previsto visitar el 5 de enero, en la vigilia de la festividad de los Reyes Magos, a los niños enfermos del Policlínico Gemelli, de Roma.

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