L D (Agencias) El Papa dijo que allí donde el hombre es único dueño del mundo y propietario de sí mismo "no puede existir justicia" y que se puede echar a Dios de la viña y asesinarlo para gozar en solitario de los frutos que da la tierra, pero que esa tierra pronto será un terreno yermo.
El Pontífice hizo estas manifestaciones durante la homilía, en la que advirtió que el juicio de Dios "también nos atañe a nosotros, a la Iglesia en Europa, a Europa y a Occidente en general". Benedicto XVI dijo que este Sínodo, cuyo lema es "La Eucaristía fuente y culminación de la vida y de la misión de la Iglesia" y en el que participan 256 prelados de 118 países, servirá para hacer una reflexión sobre la Eucaristía.
La asamblea durará hasta el próximo 23 de octubre, día en que será clausurada por Benedicto XVI, que en ese misma jornada cerrará oficialmente el Año de la Eucaristía y proclamará cinco nuevos santos, entre ellos al jesuita chileno Alberto Hurtado Cruchaga.
Eucaristía e inmoralidad
En el "Instrumentum Laboris", es decir, el documento de preparación, los prelados expresan su preocupación por el hecho de que muchos católicos comulgan y a la vez apoyan "opciones inmorales, como el aborto", informa Efe.
Los obispos reiteran que es pecado apoyar a un político favorable a "actos graves contra la vida, la justicia y la paz". También subrayaron que es contradictorio invocar a la libertad religiosa o la libertad de conciencia para no prestar atención a la Iglesia. Asimismo recuerdan que los católicos divorciados y vueltos a casar por lo civil no pueden comulgar y advierten de que es necesaria una catequesis para que los fieles tengan una idea clara acerca del pecado mortal.
Tras resaltar la importancia del compromiso moral derivado de la Eucaristía, el "Instrumentis laboris" denuncia que "algunos reciben la comunión aún negando las enseñanzas de la Iglesia o sosteniendo públicamente opciones inmorales sin pensar que están cometiendo un acto de grave deshonestidad personal y causando escándalo".
Sobre la Eucaristía, el texto subraya que se asiste a un declive de la práctica de la fe y de la participación en la misa, especialmente de los jóvenes. El texto señala que la pertenencia a la Iglesia es prioritaria para acceder a los sacramentos y que no se puede comulgar sin antes no haber recibido el bautismo.