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Benedicto XVI abre su Pontificado con una llamada a crear una Iglesia más universal

Benedicto XVI ha oficiado este domingo la misa de inicio del Pontificado, durante la que recibió el Palio (estola). El cardenal protodiácono, el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, fue el encargado de imponérselo. Posteriormente, el Decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, le entregó el Anillo del Pescador. Junto con el Palio, simboliza el ministerio pontificio. En la homilía, el Sumo Pontífice señaló que su "verdadero" programa de gobierno es escuchar la palabra y la voluntad de Dios y dejarse conducir por Él.

L D (EFE) Tras rezar unos minutos ante el primer Papa, sobre cuya tumba se encontraban el Palio y el Anillo del Pescador, Benedicto XVI subió a la basílica, para unirse en procesión al resto de concelebrantes y religiosos con los que se dirigió hasta el sagrario de la plaza de San Pedro, donde se celebra la Misa solemne en presencia de más de un centenar de delegaciones oficiales de todo el mundo y cientos de miles de personas, mientras suena el Laudes Regiae. En el balcón central de la fachada de la basílica cuelga un gran tapiz que recuerda la pesca milagrosa y en la que aparece Jesús hablando con San Pedro, el primer Papa.
 
 
La plaza, abrarrotada de gente desde primeras horas de la mañana, muestra un gran colorido de banderas. Los fieles alemanes son los más numerosos, y las parroquias alemanas comentan que la mayor parte de peregrinos tienen edades comprendidas entre los 25 y los 35 años. El altar está lleno de flores procedentes de la región italiana de la Liguria para celebrar una de las ceremonias más importantes de la Iglesia.
 
Benedicto XVI aclamado
 
Al comienzo de la misa se ha visto al Papa visiblemente emocionado, aclamado por la multitud, que gritaba "Viva el Papa" y "Benedicto, Benedicto". El Pontífice vistió una casulla de color oro viejo que usó Juan Pablo II y el mismo báculo.

La primera lectura, de los Hechos de los Apóstoles, se ha hecho en inglés. El Salmo responsorial hablaba de la bondad de Dios y ha sido cantado por un solista acompañado por el coro vaticano, formado sólo por varones. La segunda lectura, de la Carta de San Pedro, se ha hecho en castellano. El Evangelio, el capítulo 21 de San Juan se ha leído en latín y griego, justo antes del rito de la imposición del Palio y la entrega del Anillo del Pescador.

 
Imposición del Palio y del Anillo del Pescador
 
El Palio es una antigua insignia episcopal. Simboliza al Salvador, que encontrando al hombre como la oveja descarriada lo carga a sus espaldas. Es una estola confeccionada con lana de cordero, que mide 2,60 metros de largo y ha sido tejido con lanas de ovejas y corderos y sobre el mismo han sido colocadas cinco cruces rojas. El Palio se lo ha colocado el cardenal protodiácono, el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, el mismo que anunció al mundo que la Iglesia tenía nuevo Papa el pasado día 19.
 
Después le ha sido entregado el Anillo del Pescador. El ritual prevé que lo haga el decano del Colegio Cardenalicio, pero visto que hasta ahora el decano era el Papa, lo ha hecho el vicedecano, el cardenal Angelo Sodano.

Según informó monseñor Crispino Valenziano, de la oficina de Ceremonias Pontificias, el Anillo del Pescador es diferente al usado por Juan Pablo II. En esta ocasión el anillo lleva inciso el mismo tema que el Sello Papal de plomo, el que usa el Pontífice para sellar documentos. En anillo el dibujo grabado muestra a Pedro tirando las redes para pescar.

 
A continuación, se ha desarrollado el rito de la Obediencia, en el que los cardenales se han arrodillado ante el Papa. Junto con los cardenales, se han arrodillado un obispo, un presbítero, un diácono, un religioso, una religiosa, un matrimonio y dos jóvenes que han sido confirmados este año.
 
En la homilía, el nuevo Papa no ha querido exponer su programa de Gobierno, "mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino de ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor y dejarme conducir por El", indicó. También
 
Las preces se han hecho en inglés, en francés, en árabe, en chino y en portugués.
 
Al final de la misa, Benedicto XVI recitó el Regina Coeli y antes de abandonar la plaza de San Pedro la recorrió subido en el célebre “papamóvil” sin blindaje para saludar a los fieles. Después, una vez en el interior del Palacio Apostólico, Benedicto XVI saludó a las representaciones oficiales de todo el mundo presentes en la misa, entre ellas los Reyes de España, y numerosos presidentes latinoamericanos.

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