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Batalla campal en Madrid entre radicales de izquierda y derecha

Decenas de antidisturbios del Cuerpo Nacional de la Policía (CNP) lanzaron este viernes con pelotas de goma y gases lacrimógenos contra más de dos centenares de radicales de izquierda y derecha congregados en los alrededores de la plaza de Tirso de Molina y el barrio La Latina, donde ambos tenían previsto manifestarse.

L D (Agencias) Para evitar mayores altercados, los agentes desalojaron la plaza, mientras que el grupo de ultraderecha, que había convocado un acto electoral a las 20:30 horas con la autorización de la Delegación de Gobierno en Madrid, se mantuvo en la boca del Metro de Tirso de Molina.
 
El despliegue de seguridad de la Delegación de Gobierno, que incluyó más de veinte furgones de antidisturbios, no impidió que se produjeran incidentes entre ambos grupos.  Al grito de "lo, lo, lo, que viva España", los neonazis fueron respondidos por los radicales de izquierda con "asesinos, nazis, fuera". Entretanto, subió la tensión en este céntrico barrio de la capital y los manifestantes se dispersaron por las calles adyacentes.
 
Al tiempo que se producía la carga policial, un grupo de extrema izquierda quemó varios contenedores para improvisar una especie de barricada a fin de impedir ser golpeados por las pelotas de goma. Otros tantos se desplazaron hacia el barrio de La Latina, donde instalaron nuevas barricadas con contenedores en la calle Colegiata con la calle Toledo, y en la calle Duque de Alba. Los altercados llegaron hasta la calle de Embajadores y el barrio de Lavapiés, durante una reyerta que ha dejado siete heridos por contusiones leves atendidos por el Samur (cuatro de ellos agentes de policía), siete detenidos de grupos radicales.
 
Una dotación de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid se trasladó a la zona para apagar el fuego provocado por la quema de los contenedores. También se personaron en el lugar dos unidades móviles del Samur para atender a posibles heridos.
 
Antes de que llegaran los radicales de derechas, la Policía Nacional había impedido el acceso de los radicales de izquierda a la plaza, apostándose los agentes en las entradas de la plaza y de La Latina. El dispositivo policial acorraló a decenas de antisistemas. Otro grupo importante de antisistemas se concentró en la sede principal de Confederación Nacional del Trabajo (CNT), en cuyos balcones la organización desplegó pancartas que rezaban: "Ni patrias, ni fronteras. Nazis fuera".
 
Ante el fuerte operativo policial, la concentración convocada por la "Asamblea de Madrid Antifascista" se quedó reducida a las consignas lanzadas por sus simpatizantes. Algunas de las proclamas fueron: "Madrid tendrá la culpa del fascismo; Carlos, hermano nosotros no olvidamos; Contra el fascismo lucha popular".
 
La convocatoria de la Asamblea se produjo después de conocer que sus rivales habían elegido esta mítica plaza madrileña para celebrar un acto electoral, cuando que "ha sido uno de los lugares más importantes de la lucha antifascista".
 
Los izquierdistas radicales consideran que es una "provocación" porque la plaza se encuentra a escasos metros del barrio de Lavapiés, donde hay un alto porcentaje de población inmigrante. La Plaza de Tirso de Molina es, para los grupos de izquierda más extrema, un lugar simbólico, debido a que hace 20 años grupos nazis asaltaron los puestos de difusión de la plaza y, como respuesta, se produjeron una serie de manifestaciones, convirtiendo Tirso de Molina en un lugar emblemático para estos grupos.
 
"No podemos ni vamos a permitir que grupos fascistas, nazis o xenófobos se manifiesten tranquilamente en el centro de nuestra ciudad, en nuestra Plaza de Tirso de Molina", concluye la plataforma.

 

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