L D (Agencias) La consejera de Cultura, Caterina Mieras, ha anunciado este lunes en Lérida que su departamento ha autorizado "de forma parcial a disponer de determinados bienes siempre y cuando se cumplan una serie de medidas para garantizar la unidad y la integridad de la colección", y así respetar "las finalidades de protección, conservación, investigación y fomento" previstas en la Ley de Patrimonio Cultural de Cataluña.
Entre estas condiciones, destaca la creación de un órgano de gestión de la colección del Museo "de carácter ejecutivo y decisorio en el que estén representadas todas las partes afectadas en este conflicto" y la apertura de más de una sede museística "a fin de que haya dualidad de sedes en el territorio catalán y el aragonés". La Generalidad reclama también que se edite un catálogo único del conjunto de las obras, que se establezca una política conjunta de itinerancia de obras o exposiciones y que se acuerde la creación de itinerarios de turismo rural que contribuyan a difundir y prestigiar los valores de su patrimonio cultural.
Además, exige que se cree un patronato "propositivo y consultivo" integrado por todas las partes que debe impulsar todos los otros compromisos. La resolución de Cultura responde a la petición formulada el pasado 14 de octubre por el Obispado de Lérida para que la administración concediera o denegara la necesaria autorización para disponer de las piezas que se encuentran en el Museo Diocesano de Lérida, con el objeto de poder entregarlas luego al Obispado de Barbastro-Monzón, tal y como ordenó el Vaticano.
El Vaticano instó a entregar al Obispado de Barbastro-Monzón las 113 obras que venía reclamando desde hacía tiempo y que pertenecen a las 111 parroquias oscenses que se disgregaron del obispado leridano y pasaron a depender del aragonés. El departamento ha asegurado que la solicitud del Obispado de Lérida ha sido tratada "estrictamente como una cuestión técnica" y sin tener en cuenta "cualquier valoración sobre aspectos ajenos que no son competencia de Cultura, como el relativo a la propiedad de las piezas".
La Generalidad ha concluido que los valores culturales de la colección, que merecieron su catalogación como patrimonio cultural catalán en 1999, se mantienen todavía y que "su valor de conjunto es absolutamente superior al de la suma de cada uno de los elementos que la integran", por lo que ve necesario garantizar su unidad. Para ello, cree "imprescindible" garantizar su gestión por parte de una única entidad que "debe asegurar la unidad de la colección, mediante la definición de políticas de conservación, investigación, exposición y publicación".
Ante la resolución de Cultura puede interponerse recursos ante el propio departamento en el plazo de un mes y otro contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en dos meses, según ha informado la propia consejería. Tras anunciar esta resolución, Caterina Mieras ha asegurado que "el departamento quiere dejar de hablar de litigio de una vez por todas, y apoyaremos todos los movimientos que las dos diócesis hagan para llegar a un acuerdo". Mieras ha remitido una carta al obispo de Barbastro, Alfonso Milán, explicándole la resolución, y se ha entrevistado con el de Lérida, Francesc Xavier Ciuraneta.
Entre estas condiciones, destaca la creación de un órgano de gestión de la colección del Museo "de carácter ejecutivo y decisorio en el que estén representadas todas las partes afectadas en este conflicto" y la apertura de más de una sede museística "a fin de que haya dualidad de sedes en el territorio catalán y el aragonés". La Generalidad reclama también que se edite un catálogo único del conjunto de las obras, que se establezca una política conjunta de itinerancia de obras o exposiciones y que se acuerde la creación de itinerarios de turismo rural que contribuyan a difundir y prestigiar los valores de su patrimonio cultural.
Además, exige que se cree un patronato "propositivo y consultivo" integrado por todas las partes que debe impulsar todos los otros compromisos. La resolución de Cultura responde a la petición formulada el pasado 14 de octubre por el Obispado de Lérida para que la administración concediera o denegara la necesaria autorización para disponer de las piezas que se encuentran en el Museo Diocesano de Lérida, con el objeto de poder entregarlas luego al Obispado de Barbastro-Monzón, tal y como ordenó el Vaticano.
El Vaticano instó a entregar al Obispado de Barbastro-Monzón las 113 obras que venía reclamando desde hacía tiempo y que pertenecen a las 111 parroquias oscenses que se disgregaron del obispado leridano y pasaron a depender del aragonés. El departamento ha asegurado que la solicitud del Obispado de Lérida ha sido tratada "estrictamente como una cuestión técnica" y sin tener en cuenta "cualquier valoración sobre aspectos ajenos que no son competencia de Cultura, como el relativo a la propiedad de las piezas".
La Generalidad ha concluido que los valores culturales de la colección, que merecieron su catalogación como patrimonio cultural catalán en 1999, se mantienen todavía y que "su valor de conjunto es absolutamente superior al de la suma de cada uno de los elementos que la integran", por lo que ve necesario garantizar su unidad. Para ello, cree "imprescindible" garantizar su gestión por parte de una única entidad que "debe asegurar la unidad de la colección, mediante la definición de políticas de conservación, investigación, exposición y publicación".
Ante la resolución de Cultura puede interponerse recursos ante el propio departamento en el plazo de un mes y otro contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en dos meses, según ha informado la propia consejería. Tras anunciar esta resolución, Caterina Mieras ha asegurado que "el departamento quiere dejar de hablar de litigio de una vez por todas, y apoyaremos todos los movimientos que las dos diócesis hagan para llegar a un acuerdo". Mieras ha remitido una carta al obispo de Barbastro, Alfonso Milán, explicándole la resolución, y se ha entrevistado con el de Lérida, Francesc Xavier Ciuraneta.