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Aumenta la polémica por el "suicidio asistido" en Suiza de una pareja sin enfermedades terminales

Robert y Jennifer Stokes, un matrimonio británico que padecía enfermedades crónicas, aunque no terminales, falleció el pasado 1 de abril en una clínica de Suiza en un posible suicidio asistido. Desde su constitución en 1998, la asociación helvética Dignitas ha ayudado a poner fin a la vida de 150 personas, entre ellas tres españoles.

(LIbertad Digital) La pareja se desplazó de Berkshire (sureste de Inglaterra) a la clínica de Dignitas en Zúrich el pasado 31 de marzo, consciente de que allí iba a morir. Un día después, Robert, que sufría epilepsia, y Jennifer, con diabetes y problemas en la espalda, tomaron una dosis letal de barbitúricos. Era su último viaje tras 59 y 53 años de vida, respectivamente. Pero la muerte de los Stokes ha reavivado la polémica porque las enfermedades, pese a ser crónicas no eran terminales. ""Ambos tenían problemas de salud, pero ninguno sufría una enfermedad terminal", ha dicho Dorothy Killackey, la hermana de Jennifer, al diario británico Daily Mail .

El llamado "turismo del suicidio" que se dirige a Suiza para acabar con sus vidas es sólo uno de los puntos calientes de la controversia. Así, la Asociación de Eutanasia Voluntaria acusa al Gobierno británico de no asumir su obligación en los casos de "suicidio asistido", lo cual hace "inevitable" que muchas personas acaben viajando al extranjero. "A no ser que el gobierno actúe y apruebe leyes que regulen el suicidio asistido, cada vez más gente morirá de esta forma. No están asumiendo su responsabilidad con los más indefensos", manifestaba la directora ejecutiva de la sociedad, Deborah Annetts.

"Puede que todo estuviese cuidadosamente planeado, pero nosotros no teníamos ni idea de lo que pensaban hacer", explicaba Killackey. "Estamos esperando más respuestas pero parece que ellos habían reservado su funeral, así que deben haber estado planeándolo durante mucho tiempo", añadía la hermana de la fallecida. El pasado mes de enero, el tetrapléjico Reginald Crew, afectado por una enfermedad neuronal motora incurable, fue el primer británico que este año pidió ser trasladado a Zúrich para que Dignitas le ayudase a morir.

En general, la mayor parte de las personas que han pasado por el apartamento de Dignitas en Zúrich son en su mayoría extranjeros: alemanes, franceses, austriacos y españoles. En nuestro país, la asociación Derecho a Morir Dignamente afirma que tres españoles pusieron fin a sus sufrimientos en Suiza. Todos estos "turistas del suicidio" proceden de países donde la legislación prohíbe la eutanasia.

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