L D (EFE) Avilés trabajaba en la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desde 1973, era uno de los veteranos de la institución, un hombre "encantador, siempre elegante, amable y buen colega", cuya muerte ha dejado muy apenada a toda la comunidad, han explicado fuentes de este organismo.
"Sus compañeros están muy tristes, la UNESCO es una comunidad y cuando un colega se va, además en estas circunstancias, todo el mundo se siente afectado y solidario", han agregado las fuentes. El fallecido vivía en un elegante inmueble de cinco platas del distrito XVII de París, donde su asesino entró sin forzar ninguno de sus posibles accesos, han informado fuentes de la brigada criminal de la policía judicial que investiga el caso.
En el interior del domicilio "se encontraron señales de que el apartamento había sido registrado", y "había cosas rotas, aunque no signos de lucha", precisaron. El cadáver, maniatado y con el cráneo aplastado, fue descubierto el miércoles por la tarde por la empleada de hogar de la víctima, explicaron las fuentes, que dijeron "no tener pistas" de momento sobre las circunstancias que rodean este suceso.