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Ascienden a 81 las muertes relacionadas con la gripe porcina en México

Las autoridades sanitarias de México ha informado de que el número de posibles muertos por el virus se ha elevado a 81, 20 de ellos ya confirmados. Con 1.324 pacientes ingresados en los hospitales, Calderón ha tomado medidas extraordinarias.

L D (EFE) El ministro de Salud de México, Ángel Córdova, ha informado de que las autoridades han contabilizado 81 muertes sospechosas de haber sido causadas por el brote de gripe porcina y que en 20 casos ya se ha confirmado que se debieron al virus.

Este sábado, añadió Córdova en una rueda de prensa en la residencia presidencial de Los Pinos, se presentaron ocho muertes más, pero aún no se sabe si fue causadas por la enfermedad.

El ministro detalló que desde el 13 de abril, cuando murió la primera persona víctima del brote viral, y hasta la tarde de este sábado, han ingresado en los hospitales del sistema de salud un total de 1.324 pacientes que han estado o están actualmente en estudio.

Este sábado indicó que la mayor parte de casos se presentan en la capital, seguida del vecino Estado de México y de San Luis Potosí, en el centro-norte del país, donde se han reportado 62 probables casos de contagio. Del resto de los 32 estados mexicanos, en 15 no hay ningún informe de casos y en 14 se presentan menos de 30 posibles casos de posible contagio. Por eso, el ministro consideró que el virus "no está extendido en todo el país".

Según el ministro, en función del perfil de las víctimas, el principal grupo de riesgo son las personas en "edad productiva", entre los 20 y 50 años. Ningún niño ha muerto por este mal porque tienen supuestamente "un factor de inmunidad" ante el virus, aunque se desconoce cuál.

Especialistas estadounidenses y de la Organización Panamericana de la Salud han llegado a México para apoyar en las labores epidemiológicas.

Gracias a la adquisición de un equipo especial, el próximo martes se podrá realizar el estudio virológico en el país, ya que hasta ahora las autoridades han tenido que enviar las pruebas a laboratorios de EEUU.

Medidas extraordinarias

El presidente de México, Felipe Calderón, ha dictado un decreto que le otorga la facultad de irrumpir en inmuebles públicos y privados, disolver reuniones y controlar el transporte y las comunicaciones, para frenar el brote de gripe porcina en el país, que ha dejado al menos 20 muertos.

Además, el ministro de Salud, José Ángel Córdova, anunció que la suspensión de clases en Ciudad de México y la zona metropolitana se prolongará hasta el 6 de mayo próximo. La medida afecta a cerca de 7,5 millones de estudiantes y a 420.000 maestros distribuidos en unas 30.000 escuelas.

El ministro solicitó también "la suspensión total de eventos en espacios abiertos o cerrados de cualquier tipo como centros de culto religioso, teatros, cines, bares y discotecas donde se generen aglomeraciones".

Inmediatamente después, el Arzobispado de Ciudad de México anunciaba que suspende las misas para este domingo y "hasta nuevo aviso" y solicitaba a los feligreses incorporarse desde sus casas a "una red de oración" para que se resuelva la situación. México es uno de los bastiones del Vaticano en Latinoamérica junto con Brasil.

En algunas zonas de ocio de la capital, como el barrio de Polanco, las autoridades de la delegación (distrito) obligaron a algunos restaurantes y bares a cerrar sus puertas.

Los síntomas de la gripe porcina, una variante de la tradicional cepa H1N1 (influenza estacional) que mutó de los cerdos a los humanos, son fiebre superior a 39 grados, que se presenta de manera repentina, tos, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y de articulaciones, irritación de los ojos y flujo nasal.

La alarma se desató el jueves por la noche, cuando el Ejecutivo mexicano informó de forma sorpresiva el cierre de los colegios y universidades capitalinas, pero la preocupación ha ido creciendo con el transcurso de las horas.

Así quedó de manifiesto este sábado con el incremento del uso de mascarillas entre los ciudadanos y el descenso del flujo de actividad en las calles.

En previsión de que se agrave la situación, Calderón emitió un decreto presidencial por el que ha asumido todo el control del estado de emergencia sanitario que vive el país.

El presidente, quien acudió a un acto en Oaxaca donde inauguró un hospital de especialidades, afirmó que el país se enfrenta a "un problema serio" pero se mostró convencido de que lo superará.

Calderón pidió a la población tranquilidad, pues aseguró que la enfermedad "es prevenible y curable", aunque reiteró que se abstenga de acudir a eventos masivos y evite saludar de mano y de beso.

El decreto, que tendrá vigencia mientras dure la contingencia, impone, además, el aislamiento físico de los posibles contagiados y permite a las autoridades "el desempeño de las actividades que estime necesarias", entre otras medidas excepcionales.

El ministro de Trabajo, Javier Lozano, dijo esta tarde a la prensa que el decreto presidencial "no significa que se esté dando un régimen de excepción" y que "todas las garantías individuales están protegidas".

Desde el exterior, las noticias tampoco son halagüeñas, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que teme una posible pandemia por el virus, que también afecta a EEUU, cuyas autoridades alertaron de que, pese a que sólo se han detectado allí ocho casos, el brote se propaga fácilmente y no se podrá contener.

Mientras, muchos países, sobre todo latinoamericanos y europeos, realizan controles especiales a los vuelos procedentes de México.

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