L D (EFE) La cifra ha aumentado únicamente en la provincia de Bumerdes, en la que ha habido 1.136 muertos y 2.661 heridos, mientras que en Argel y sus alrededores se mantiene en 638 fallecidos y 4.323 heridos. Once personas han muerto y otras 707 han sido heridas en el resto de regiones afectadas por el seísmo.
La magnitud del seísmo fue establecido por el centros argelino de sismología Craag en 6,2 grados de la escala Richter después de que en un primer momento fue estimado en 5,2.
Numerosas personas siguen enterradas bajo los escombros de decenas de inmuebles, que cayeron en pocos segundos. Además, la radio estatal alerta sobre la posibilidad de una epidemia a causa del calor que comienza a hacer en el norte del país. A lo largo del viernes, alrededor de 20 personas fueron extraídas con vida de entre los escombros por los servicios de rescate. Los esfuerzos de los equipos de rescate, tanto argelinos como extranjeros, permitieron que una niña de tres años fuera desenterrada 36 horas después del seísmo, y que renaciera la esperanza de miles de personas para encontrar vivos a sus parientes.
Mientras, la polémica y las acusaciones han comenzado a aflorar en todo el país a propósito de las normas de construcción y del incumplimiento de los procedimientos antisísmicos. El primer ministro ha amenazado con llevar ante la justicia a todos los promotores que se hayan saltado las normas de construcción.
La magnitud del seísmo fue establecido por el centros argelino de sismología Craag en 6,2 grados de la escala Richter después de que en un primer momento fue estimado en 5,2.
Numerosas personas siguen enterradas bajo los escombros de decenas de inmuebles, que cayeron en pocos segundos. Además, la radio estatal alerta sobre la posibilidad de una epidemia a causa del calor que comienza a hacer en el norte del país. A lo largo del viernes, alrededor de 20 personas fueron extraídas con vida de entre los escombros por los servicios de rescate. Los esfuerzos de los equipos de rescate, tanto argelinos como extranjeros, permitieron que una niña de tres años fuera desenterrada 36 horas después del seísmo, y que renaciera la esperanza de miles de personas para encontrar vivos a sus parientes.
Mientras, la polémica y las acusaciones han comenzado a aflorar en todo el país a propósito de las normas de construcción y del incumplimiento de los procedimientos antisísmicos. El primer ministro ha amenazado con llevar ante la justicia a todos los promotores que se hayan saltado las normas de construcción.