L D (EFE) Un tribunal islámico de apelación del norte de Nigeria ha anunciado este miércoles que emitirá en septiembre su veredicto, tras la apelación presentada por Amina Lawal contra la sentencia de muerte por lapidación que pesa sobre ella por quedarse embarazada después de divorciarse. El tribunal del Estado de Katsina retrasó las audiencias hasta el próximo 25 de septiembre después de que los fiscales y los abogados defensores de Amina expusieran durante horas sus argumentos en el controvertido caso.
Amina Lawal, de 31 años, recibió en marzo de 2002 la pena capital tras ser hallada culpable de "adulterio" según la "sharia" o ley islámica que rige en 12 de los 18 Estados del norte nigeriano, pero en junio de ese año la corte la dejó en libertad para que pudiera cuidar a su pequeña hija Wasila. La mujer fue sentenciada a muerte tras admitir que había quedado embarazada después de divorciarse de su segundo marido, lo que la convierte en una adúltera según el ordenamiento jurídico-religioso, basado en el Corán, que se aplica en la región.
Si hubiera sido soltera, el "delito" habría sido de "fornicación", punible por las leyes islámicas con cien latigazos. Durante el juicio, Amina, quien se casó por primera vez a los 14 años, dijo que tras divorciarse a finales de 2000 mantuvo una relación sentimental con un vecino de su aldea pero que sólo tuvo relaciones sexuales con él después de que éste prometiera desposarla.
La joven fue detenida por sus propios vecinos y llevada ante el tribunal, que la condenó de inmediato a morir lapidada, aunque absolvió a su amante por "falta de pruebas". La condena a muerte fue ratificada en agosto del año pasado después de que fracasara la primera apelación presentada por los abogados de la joven. Los letrados de Amina adujeron en la audiencia de este miércoles que su cliente ya estaba embarazada cuando entró en vigor la "sharía" en Katsina, por lo que la condena debe ser revisada. Expusieron asimismo que los cargos contra la mujer no fueron "propiamente explicados en un lenguaje que ésta pudiera entender".
Amina Lawal es la segunda nigeriana sentenciada a muerte por lapidación por el cargo de adulterio desde que la "sharia" fue impuesta hace más de cuatro años en el norte de Nigeria. Safiya Husaini, cuyo caso ha sido tomado como antecedente por los abogados de Amina, recurrió la sentencia y quedó en libertad, precisamente el mismo día en que esta última era condenada a morir lapidada.
Amina Lawal, de 31 años, recibió en marzo de 2002 la pena capital tras ser hallada culpable de "adulterio" según la "sharia" o ley islámica que rige en 12 de los 18 Estados del norte nigeriano, pero en junio de ese año la corte la dejó en libertad para que pudiera cuidar a su pequeña hija Wasila. La mujer fue sentenciada a muerte tras admitir que había quedado embarazada después de divorciarse de su segundo marido, lo que la convierte en una adúltera según el ordenamiento jurídico-religioso, basado en el Corán, que se aplica en la región.
Si hubiera sido soltera, el "delito" habría sido de "fornicación", punible por las leyes islámicas con cien latigazos. Durante el juicio, Amina, quien se casó por primera vez a los 14 años, dijo que tras divorciarse a finales de 2000 mantuvo una relación sentimental con un vecino de su aldea pero que sólo tuvo relaciones sexuales con él después de que éste prometiera desposarla.
La joven fue detenida por sus propios vecinos y llevada ante el tribunal, que la condenó de inmediato a morir lapidada, aunque absolvió a su amante por "falta de pruebas". La condena a muerte fue ratificada en agosto del año pasado después de que fracasara la primera apelación presentada por los abogados de la joven. Los letrados de Amina adujeron en la audiencia de este miércoles que su cliente ya estaba embarazada cuando entró en vigor la "sharía" en Katsina, por lo que la condena debe ser revisada. Expusieron asimismo que los cargos contra la mujer no fueron "propiamente explicados en un lenguaje que ésta pudiera entender".
Amina Lawal es la segunda nigeriana sentenciada a muerte por lapidación por el cargo de adulterio desde que la "sharia" fue impuesta hace más de cuatro años en el norte de Nigeria. Safiya Husaini, cuyo caso ha sido tomado como antecedente por los abogados de Amina, recurrió la sentencia y quedó en libertad, precisamente el mismo día en que esta última era condenada a morir lapidada.