L D (EFE) El titular del Juzgado de lo Penal número 22 de Barcelona condenó, en sentencia de 11 de enero de 2003, al acusado a un año y medio de retirada del permiso de conducir y al pago de una multa de 1.800 euros por un delito contra la seguridad en el trafico. El conductor dio positivo en un control preventivo de tráfico realizado la madrugada del 21 de junio de 2003, en la carretera BV 1102. Según apunta la sentencia, se trataba de un control policial de alcoholemia que, de manera aleatoria y sin observar infracción alguna, ordenó al acusado detener su vehículo.
Tras someterse a las pruebas, el conductor arrojó un resultado positivo, de 0,79 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en el primer test y 0,84 en el segundo; en ambos casos por encima del límite de 0,25 miligramos por litro de aire y de 0,5 miligramos por litro de sangre. Con estos resultados, el juez de lo penal le declaró culpable.
El fallo fue recurrido por el acusado ante la Sección Décima de la Audiencia de Barcelona y ahora el tribunal ha estimado el recurso. Según la sentencia, "no ha quedado debidamente acreditado el influjo etílico en el acusado" y se basa en la declaración de varios testigos que aseguraron durante el juicio que "no le hubieran dejado conducir si fuera borracho" y que "se encontraba en perfectas condiciones".