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Andalucía: ¿Vuelta a la emigración?

Andalucía supone el 15,3 por ciento del total de las salidas de trabajadores a otras regiones en busca de un empleo, frente al 10,4 por ciento de las entradas. Esto quiere decir que la emigración es ya una realidad en Andalucía respecto al resto de España, aunque ahora es de trabajadores formados.

L D (Pedro de Tena) Eso se desprende del informe de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) y el Centro de Predicción Económica (Ceprede).  La tasa de movilidad entre provincias se situó el cierre del año pasado en el 12,5 por ciento, sólo dos décimas más que en 2007, mientras que la tasa interautonómica subió una única décima, hasta alcanzar el 8,2 por ciento. La movilidad de los trabajadores extranjeros sigue siendo muy superior a la de los trabajadores españoles, con una tasa de movilidad interprovincial del 17,4 por ciento, frente al 11,1 por ciento de los españoles, según la nota resumen de Europa Press.

Según ABC, este hecho desvela la escasa capacidad de la comunidad andaluza para retener el talento dentro de sus fronteras geográficas cuando se trata de trabajadores cualificados. Del total de los contratos que implican movilidad en el conjunto de España, el 5,24 por ciento tienen como destino Sevilla, mientras que el 5,07 por ciento se corresponde con contratos de trabajadores que salen de esta provincia. En Málaga se da una circunstancia similar, siendo mayor el porcentaje de trabajadores que llegan a esta provincia en busca de empleo que los que salen. En mucha menor proporción (ya que está más o menos equilibrado el número de trabajadores que entran y salen de la provincia), está Jaén.

El resto de provincias andaluzas registran una mayor salida de trabajadores en búsqueda de empleo que entradas. Un porcentaje que se dispara en el caso de la provincia de Cádiz, donde se registra una entrada de 38.625 personas frente a las 82.733 que abandonan la zona. De hecho, es una de las provincias donde la tasa de desempleo es históricamente de las más altas de España (actualmente ronda el 26%).

Por comunidades, Madrid acapara el 23 por ciento de las entradas de trabajadores, frente a sólo el 13,5 por ciento de las salidas, mientras que Andalucía supone el 15,3 por ciento del total de las salidas de trabajadores, frente al 10,4 por ciento de las entradas. El de Sevilla es un caso paradigmático, pues es origen de trabajadores que se dirigen hacia el principal foco de atracción de (Madrid) y mantiene una intensa movilidad con las provincias limítrofes de su comunidad. 

 El número de contratos que implicaron movilidad entre provincias se redujo un 9,7 por ciento en 2008, hasta los 2.056.229, en tanto que los contratos realizados tras trasladarse los trabajadores a otras comunidades se situó en 1.345.795, con una caída del 10,2 por ciento.

El perfil del trabajador que se desplaza entre autonomías para acceder a un empleo es el de un trabajador varón, de 25 a 34 años y que trabaja en la construcción (que agrupa al 17,7 por ciento del total de trabajadores que se mueve) o en la agricultura (con el 14,9 por ciento). Sus principales destinos son Madrid, Toledo, Barcelona y la costa Mediterránea.

Según Agett y Ceprede, la formación es un factor clave para definir el perfil del trabajador que opta por la movilidad, de manera que la mayoría tienen educación secundaria (52,2 por ciento), ya sea por pertenecer a los trabajadores con E.S.O. sin titulación (23,6 por ciento) o con graduado en E.S.O. (28,6 por ciento).

Madrid también es la provincia con mayor importancia en los flujos interprovinciales, seguida de Barcelona y de Sevilla.

Por nacionalidades, el mayor número de contratos que implican movilidad se realiza a trabajadores provenientes de Marruecos (626.949) y Ecuador (492.991).

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