L D (Europa Press) Junto a los actores de “Mar adentro” -sólo faltaron Lola Dueñas, por motivos profesionales, y Mabel Ribera, de viaje en Nepal- se presentó este jueves Amenábar en una multitudinaria rueda de prensa en la Casa de América de Madrid. Allí explicó que se sentía "muy bien" por haber ganado el Oscar, un galardón que hizo extensivo a todo el equipo de su último filme, porque "el premio ha sido para la película, no para el director". "Ahora estoy muy relajado, pero antes de la gala te pones nervioso, sientes la presión de toda la gente que hay allí y de los que te están viendo por la televisión", explicó el director de “Tesis”, Abre los ojos” y “Los otros”.
Amenábar, quien afirmó que "el glamour y pasar por la alfombra roja no es lo mío", reconoció además que en Hollywood se sintió "un poco merluza", por aquello de no haber estado acompañado por sus actores en la gala y sobre todo porque el haber ido al lado de Javier Bardem, al que sí conocen en Hollywood, le habría ayudado. "Nadie se queda con la cara de un director extranjero", apuntó subrayando que ha sido "una maravilla" ganarlo. Con el Oscar ya en su poder -horas previas a la gala pensó que se lo llevaría el filme alemán “El hundimiento”- se ha dado cuenta de que es una estatuilla demasiado grande, que no cabe en ninguna de las estanterías de su casa, por lo que lo más seguro es que lo coloque en el cuarto de baño "para que todos puedan cogerlo y mirarse al espejo".
Nada más ganar este "premio definitivo" para cualquier cineasta, Amenábar llamó por teléfono a Bardem y después a Belén Rueda, y tras tomarse "un par de copas" para celebrarlo fue "prudente" y se marchó a la cama a la espera de poder este jueves en una fiesta por todo lo alto en Madrid, junto a todo el equipo del filme que no pudo viajar a Hollywood. "Eramos muchos y fuimos los imprescindibles. En los últimos años el sistema de reparto de entradas de los Oscar se ha vuelto muy radical", destacó un director al que la larga gira promocional de “Mar adentro” -que ya se exhibe en 90 salas en EE UU- le ha dejado "con las defensas bajas".