L D (Agencias) La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, achacó este martes a las obras del AVE en la estación de Sants "la mayoría de las disfunciones que sufre y padece" la red ferroviaria de Cercanías de Barcelona y se limitó a decir que la situación "irá mejorando" a medida que finalicen las actuaciones en esta estación.
La ministra, que hizo estas declaraciones tras una visita a las zonas de obras del aeropuerto de El Prat de Barcelona y de la estación de Sants, aseguró que la estación barcelonesa está padeciendo "las inconveniencias normales causadas por el mantenimiento del servicio ferroviario a la vez que se realizan las obras de adaptación para la llegada del AVE".
En este sentido, Álvarez hizo hincapié en que el Ministerio consideró "mucho mejor para los viajeros mantener el servicio de trenes en Sants, en vez de suspender por completo las actuaciones en esta infraestructura", por la que a diario pasan unos 1.000 trenes.
Aprovecha para arremeter contra el PP
La titular de Fomento señaló que todos los "inconvenientes" que se están produciendo en las infraestructuras catalanas, en especial en la red ferroviaria, se están produciendo porque el Ejecutivo de Zapatero "está realizando inversiones y desarrollando proyectos de mejora que beneficiarán a toda la población".
La ministra remarcó que ésta "es una obra muy compleja" y que "indudablemente causa molestias", dijo que asume el riesgo y el coste político de esas molestias, mientras advirtió de que "muchas veces el no hacer nada no tiene ningún coste político".
"Es exactamente lo que ha hecho el PP, no ha hecho nada, y claro, como no hacía nada, no podía causar molestias en Cercanías, ni en alta velocidad, ni a los vecinos, no causaba molestias a nadie, pero dejó pasar una ocasión magnífica para llevar a cabo inversiones que eran básicas para la red convencional y la alta velocidad", criticó Alvarez.
"Es exactamente lo que ha hecho el PP, no ha hecho nada, y claro, como no hacía nada, no podía causar molestias en Cercanías, ni en alta velocidad, ni a los vecinos, no causaba molestias a nadie, pero dejó pasar una ocasión magnífica para llevar a cabo inversiones que eran básicas para la red convencional y la alta velocidad", criticó Alvarez.
En referencia al incidente que dejó a 500 personas atrapadas en un convoy de Cercanías en las proximidades de Sants, la ministra aseguró que los servicios de emergencia y Renfe actuaron "de la forma que debían de hacerlo", priorizando la seguridad de los pasajeros, "puesto que el tren estaba ubicado en una zona donde el desalojo podría haber sido peligroso".
El único problema que ve la ministra durante esta "inconveniencia normal" fue "la falta de comunicación entre el control de trenes y los pasajeros" y anunció que el Ministerio "ya está trabajando en solucionar este problema con la instalación de un servicio de megafonía en todos los trenes", que en septiembre estará listo en el 75 por ciento de los convoyes.
Lo del Prat, culpa de las empresas
Sobre los problemas en el aeropuerto de El Prat, la ministra tampoco pronunció una sola palabra de autocrítica. Según ella el aeropuerto de Barcelona está funcionando con normalidad y "con los niveles de retraso similares a los de otros aeródromos de Europa y España". Asimismo, explicó que lo sucedido el fin de semana pasado fue debido "a una cuestión concreta a causa de una falta de personal" en la empresa de 'handling' Flightcare", que según la Ministra "ya ha sido requerida para que tome de forma urgente medidas para evitar estas situaciones en el futuro" y señaló que "se le ha abierto un expediente sancionador".
A pesar de las quejas realizadas por los sindicatos y los trabajadores de algunas empresas de 'handling', Álvarez insistió en que El Prat "no ha tenido ni tendrá" ningún problema por la infraestructura y destacó que ésta soportará el crecimiento de pasajeros hasta la inauguración de la Terminal Sur en la primavera de 2009. "El Prat es un muy buen aeropuerto", remachó.
La ministra también explicó que muchas de las colas en los mostradores de facturación registradas en los últimos días se produjeron "no como consecuencia de la infraestructura de El Prat, sino por las propias empresas que gestionan estos mostradores", e insistió en que "no todas las empresas trabajan igual, y los usuarios acabaran escogiendo la más efectiva".