Alonso se ve obligado a salir en defensa de la Guardia Civil tras la desconfianza mostrada con Zapatero
El ministro del Interior, José Antonio Alonso, tuvo que enfatizar en repetidas ocasiones su "absoluto reconocimiento y confianza a la tarea de la Guardia Civil", después de que este jueves el presidente del Gobierno no quisiera asumir el informe que negaba las acusaciones de Marruecos de que España había disparado contra los inmigrantes. Además, Alonso ha anunciado que el diseño de la valla va a cambiar. Será "menos peligrosa para los pobres inmigrantes que se desempeñan" en los asaltos. Mientras, Ceuta y Melilla han mostrado su decepción con Zapatero por no defender su soberanía.
Las dos compañías del Ejército, subordinadas a las comandancias de la Benemérita en ambas ciudades, actuarán como refuerzo a la labor que realizan "con toda solvencia" las patrullas de la Guardia Civil; para garantizar la coordinación del dispositivo habrá "un puesto conjunto de mando en cada una de las ciudades, dirigido por el jefe de la comandancia e integrado además por un miembro de la Guardia Civil y un oficial de las Fuerzas Armadas.
El ministro presentó una serie de medidas urgentes para la seguridad de los respectivos perímetros fronterizos y la mejora de los servicios públicos de las dos ciudades autónomas, entre ellas la declaración de situación de emergencia sanitaria permanente para poder movilizar de modo inmediato las infraestructuras sanitarias en casos de emergencia.
Acompañado por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, Alonso avanzó que ya está recibiendo informes de la Guardia Civil y de la Policía para conocer los hechos ocurridos el pasado día 28 en la valla fronteriza de Ceuta, en el que murieron cinco subsaharianos cuando intentaban saltarla. "Dos personas muertas aparecieron en territorio español, una con un impacto de bala con orificio de entrada y salida en un costado y la otra con un impacto en el glúteo. Vamos a ver cuáles son los resultados definitivos de la autopsia, eso es lo que hay objetivamente", agregó el ministro.
El acuerdo aprobado por el Gobierno, además del despliegue militar, incluye el refuerzo de la integridad estructural del vallado y medidas de contenido social. En el primer apartado, habrá un nuevo diseño del doble vallado de cada verja para hacerlas más eficaces y y “menos peligrosa” para “toda la gente que se desempeña en esos asaltaos, para los pobres inmigrantes que tratan de acceder a territorio nacional”; se seguirá elevando hasta los seis metros y se instalará un sistema de detección adicional para anticipar la llegada de inmigrantes (detectores de presencia, sensores, cámaras infrarrojas ....), explicó Alonso.
Entre las acciones de índole social, el ministro indicó que se declarará la situación de emergencia sanitaria permanente para, si la situación lo exige, "movilizar de modo inmediato los dispositivos habituales mediante una serie de medidas extraordinarias que implican a servicios de urgencias de hospitales, vehículos de emergencias, facultativos y todas las infraestructuras sanitarias".
Además se seguirán mejorando los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de ambas ciudades autónomas -alojamiento, alimentación, mediación y orientación, y se desarrollarán programas de atención psicosocial, sobre todo dirigidos a embarazadas y niños.
Tanto Alonso como Fernández de la Vega coincidieron en afirmar que el Gobierno aborda el problema desde la doble perspectiva humanitaria y del respeto a la legalidad. "Mantendremos estos dos principios de manera simultánea", añadió la portavoz del Gobierno, quien recalcó que "traspasar la frontera sin documentación es ilegal, y el Gobierno al hacer cumplir la ley, no va a consentirlo; actuaremos con todo rigor para que la entrada sea legal y ordenada".
Mientras, la Guardia Civil sigue investigando. El tipo de proyectil que encontraron los investigadores de la Guardia Civil entre las dos vallas que forman el perímetro fronterizo de Ceuta no es utilizado por ninguna Fuerza de Seguridad del Estado, según informaron fuentes próximas a la investigación. La bala encontrada tiene un revestimiento de plata ('camisa), a diferencia de las utilizadas por Policía y Guardia Civil, que son de cobre, al igual que la inmensa mayoría de las armas cortas y largas utilizadas en España.
Cuando se realiza un disparo con un arma, la bala, al salir del cañón, recibe una marca (estría) que viene a constituir el 'ADN' de esa pistola o fusil. El 'paso de estrías', es decir, la distancia entre una marca y otra, el número de estas estrías que ha dejado en la bala, y el sentido de las mismas, ya que el proyectil sale girando en una dirección determinada permite a los expertos de balística conocer cuál ha sido el arma desde la que ha sido disparado el proyectil.
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