L D (Europa Press) "Un problema muy serio y muy duro", comenzó diciendo Alonso al referirse a la situación durante la rueda de prensa ofrecida este lunes en relación al asalto que se produjo la madrugada anterior en Melilla. A continuación, alabó la actuación de la Guardia Civil y el Ejército, de cuyos integrantes, dijo, "se dejan la piel" en el intento por frenar las avalanchas de subsaharianos.
El ministro no dijo si se iba a producir un incremento de efectivos, aunque se refirió a un nuevo sistema de vallado, sin revelar en qué consistía. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo informaron el pasado viernes de que en el intento de rechazar a los inmigrantes irregulares y que la vida de estos no corra peligro, el Gobierno tiene previsto implantar en todo el perímetro exterior una red en contraplomada, es decir, que forme con el suelo un ángulo inferior a 90 grados, de tal forma que el destino inevitable de escalarla sea caer al suelo. Alonso dijo que las instrucciones para la construcción de este tipo de valla ya han sido trasladadas a las empresas adjudicatarias.
Alonso no dijo tampoco si había mantenido algún contacto este lunes con las autoridades marroquíes, aunque informó de que las Fuerzas de Seguridad del Reino alauí habían detenido en las últimas horas a más de cien subsaharianos en relación con el asalto a la valla de Melilla ocurrido la pasada madrugada. "El comportamiento de Marruecos va a mejorar y tiene que mejorar en cumplimiento de los acuerdos alcanzados", añadió Alonso, en relación a la reciente cumbre de Sevilla.
Más Guardia Civil
El Gobierno ha decidido recurrir a la Guardia Civil para volver a reforzar el perímetro fronterizo con Marruecos en Ceuta y Melilla con el envío a la zona de cuatro Módulos de Intervención Rápida (MIR) de la Guardia Civil, dos por plaza, informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado. Cada MIR está compuesto por 20 agentes antidisturbios, con lo que la cifra de miembros de la Benemérita crecerá en 80 efectivos.
Los agentes que se incorporarán a las labores de vigilancia en Melilla partirán mañana hacia la Ciudad Autónoma, mientras que ya se han iniciado las gestiones para que otros 40 efectivos refuercen la vigilancia en Ceuta.
Alrededor de las 20:00 horas del pasado miércoles, llegó a Melilla un avión militar procedente de la base de Getafe (Madrid) con cuarenta agentes, que formaban dos MIR. Con aquellos efectivos, ya eran 716 los destinados en la comandancia de Melilla.
Por otra parte, el delegado del Gobierno en Ceuta, Jerónimo Nieto, anunció hoy un refuerzo de agentes de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil para vigilar el perímetro fronterizo. El delegado del Gobierno dijo en rueda de prensa que al recrecimiento de la altura de la valla hasta los seis metros, que concluirá "en no más de un mes", se sumará la mejora del sistema de cámaras térmicas, la reposición de los elementos de videovigilancia y el desbroce de la zona internacional aledaña al perímetro en un radio de 25 metros para evitar que los inmigrantes se oculten, tarea para la que, "se trabajará en coordinación con Marruecos", explicó Nieto.
Los inmigrantes dicen que no había gendarmes en el lado marroquí
Varios inmigrantes de los más de 350 que lograron entrar en Melilla han declarado, por su parte, que no había gendarmes marroquíes en el tramo por donde se produjo la entrada masiva, una zona de 60 metros entre Barrio Chino y Beni-Enzar, donde la valla colindante al lado español se había elevado en seis metros, a diferencia de la valla que limita con el lado marroquí, que permanece con tres metros de altura. Los propios inmigrantes declararon a Europa Press que los gendarmes no se acercaron al lugar de la avalancha hasta que la valla de seis metros fue desplomada por el peso de los centenares de inmigrantes que se abalanzaron sobre ella. Al oír la confusión de gritos y disparos, los gendarmes marroquíes se aproximaron al lugar de la avalancha, deteniendo a un total de 90 subsaharianos, según los datos aportados por la Delegación del Gobierno.