Almudena Grandes está muy, pero que muy enfadada con el periodista de El País que hizo la crítica del concierto de Sabina en Las Ventas –Fernando Neira-. Dice en su artículo que "dos personas pueden dar versiones antagónicas del mismo hecho" pero "las discrepancias radicales, sin embargo solo sirven para provocar irrealidad". Ella estuvo allí, en el concierto de Sabina, y constata que "su público se le entregaba con la misma extrema generosidad que recibía de un cantante del 61 años". De vuelta a casa, en el Metro, creyó ver "sonrisas, gestos de entusiasmo", y creyó "escuchar palabras de amor, calientes, jubilosas". "Al día siguiente leí, en este mismo diario, la crítica de un concierto distinto, aburrido, senil, decepcionante" y se pregunta "cómo es posible que un solo listo se haya atrevido a llamarnos tontos todos sin que le tiemble el pulso". Todo un alarde de respeto a opiniones ajenas, en concreto a la de otro periodista que, suponemos, también estuvo allí pero no escuchó palabras de amor. A lo mejor es que no volvió en Metro.
En portada, el periódico de Prisa habla del G-20 y destaca las palabras de José Bono: "Ni la más mínima duda ante el terrorismo". Además, critica la ausencia de todos los presidentes autonómicos –a excepción de Patxi López-.
Público abre su portada con una foto del vandalismo en la cumbre del G-20. Claro que la imagen refleja a la policía preparada para cargar contra una parejita que se besa apasionada e inocentemente. En su crónica, Público nos vende que los que rompen escaparates, incendian coches y convierten en un infierno las ciudades es las que se reúnen los señores importantes son "grupos violentos" que se "habían mezclado con los manifestantes de los movimientos antiglobalización". Claro, hombre, claro.
El Mundo dedica a Bono una esquizofrénica portada. Le atiza en el titular principal. "El tribunal de cuentas achaca a Bono negligencia ante El Pocero". Pero le acaricia el lomo en relación con la farsa-homenaje a las víctimas en el Congreso al destacar su "firmeza" contra el terrorismo. "Gran e inequívoco discurso el de José Bono", dice Santiago González en su columna.
La guerra de Bono contra La Gaceta por sacarle los colores con su patrimonio ocupa hoy también las páginas del diario de Intereconomía. Cuenta que ayer al presidente del congreso no le quedó más que atender, aunque poco, a los periodistas de La Gaceta. "No me interesa nada de lo que digáis", les soltó. Nos hacemos cargo, señor Bono, pero a los demás sí les interesa.
ABC abre con el homenaje a las víctimas y también critica las ausencias de los presidentes autonómicos. En su editorial, dice que "por fin estamos en el camino correcto" y alerta de que "a pesar de los desmentidos rotundos, la opinión pública contempla con preocupación los gestos hacia el entorno etarra de algunos dirigentes socialistas vascos".
La Razón cuenta en El Submarino que Rajoy está muy cabreado con Arenas por su entrevista en ABC, que eclipsó una intervención del líder. "El mosqueo del líder popular fue monumental y el político andaluz buscó mil y una excusas para justificar su metedura de pata". Atiza bien La Razón a Arenas y le recuerda que no ha sido capaz de ganar unas elecciones –Rajoy tampoco, por cierto-. Seguro que la sangre no llega al río.
En las caras de la noticia, Willy Toledo merece nuestra atención. Dice La Razón que en una entrevista en Vanity Fair, al actor amante de las dictaduras ha dicho que Bibiana Aído y Leire Pajín "están ahí por la gilipollez de la paridad". Por una vez, y sin que sirva de precedente, estamos de acuerdo.