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Al menos 260 inmigrantes ilegales han muerto en lo que va de año al intentar llegar a Canarias

Si algo tenía claro el ministro Rubalcaba durante su comparecencia del jueves era que los inmigrantes que mueren al tratar de llegar a nuestras cosas no es por ahogamiento. Según él, de los 25 fallecidos que calculó sin demasiado interés, algunos vienen ya "muertos en los cayucos". En el tiempo en el que el ministro repasaba los datos ante los diputados arribaron a Canarias cerca de 300. Este viernes la cifra supera los 400, entre ellos tres muertos. Pero en lo que va de año son 260 –más de la mitad, en verano– los inmigrantes que se han dejado la vida, la mayoría ahogados lejos de su destino. Para Rubalcaba, que el PP achaque la tragedia a la regularización masiva es "una insensatez".

Si algo tenía claro el ministro Rubalcaba durante su comparecencia del jueves era que los inmigrantes que mueren al tratar de llegar a nuestras cosas no es por ahogamiento. Según él, de los 25 fallecidos que calculó sin demasiado interés, algunos vienen ya "muertos en los cayucos". En el tiempo en el que el ministro repasaba los datos ante los diputados arribaron a Canarias cerca de 300. Este viernes la cifra supera los 400, entre ellos tres muertos. Pero en lo que va de año son 260 –más de la mitad, en verano– los inmigrantes que se han dejado la vida, la mayoría ahogados lejos de su destino. Para Rubalcaba, que el PP achaque la tragedia a la regularización masiva es "una insensatez".
L D (Agencias) Los viajes en cayuco que emprenden los inmigrantes irregulares para tratar de alcanzar las costas canarias se han cobrado en 2006 al menos 260 vidas. Este viernes llegaron a tierra los cadáveres de los tres últimos, fallecidos por hipotermia y deshidratación a causa de las condiciones extremas del viaje. Otros han muerto por el hundimiento de las embarcaciones, que han de recorrer más de 800 kilómetros hasta llegar a las islas. Las cifras contrastan con las que ofreció el ministro de Interior el jueves en el Congreso. Rubalcaba afirmó que "en nuestras costas no se ahoga nadie". Y continuó: "Me parece que ha habido 25 muertos, que no se han ahogado, han llegado muertos en los cayucos".
 
El ministro del Interior contestaba así a las acusaciones de la diputada del PP Ana Torme, que pidió responsabilidades al Gobierno por las muertes de inmigrantes en el mar. Torme insistió en que el proceso de regularización emprendido por el Gobierno había tenido un "efecto llamada", que impulsaría a muchos subsaharianos a arriesgar sus vidas para llegar hasta España.
 
Y con su particular tesis por delante, Alfredo Pérez Rubalcaba calificó de "insensatez" que el PP dijera que "si se ahoga alguien en Senegal es culpa de España".
 
Las cifras de las que no habló el ministro
 
Según datos recogidos por la agencia Efe, los fallecimientos durante todo este año han sido 260. La mayor parte de las muertes se registraron fuera de las aguas jurisdiccionales de España, como enfatizó el ministro en su comparecencia. Según dijo Rubalcaba cuando defendía los servicios de vigilancia españoles, no se podía responsabilizar al Ejecutivo de los muertos en las costas africanas. Ello pese a que fallezcan en la etapa inicial del viaje que emprenden hacia la prosperidad que esperan obtener en nuestro país. En lo que no tenía razón el ministro era en las causas de los fallecimientos: la gran mayoría, 190, murieron ahogados, al no resistir los cayucos una travesía de esa magnitud.
 
Las primeras de las muertes se registraron el pasado día 6 de marzo, cuando 45 inmigrantes murieron ahogados al naufragar en aguas del Sahara Occidental las dos embarcaciones en las que viajaban, según informó la Media Luna Roja. Nueve días más tarde, el 15 de marzo, otros 25 cadáveres fueron recuperados del mar por el buque hospital español "Esperanza del Mar", en una zona situada a 400 millas de las islas Canarias y 70 de Mauritania.

En abril fueron 32 los subsaharianos que murieron ahogados al naufragar su embarcación frente a las costas de Mauritania. Fallecieron el día 2 tras un viaje por el océano de 17 días, según indicaron las autoridades mauritanas.

Las cifras se incrementaron notablemente en verano, coincidiendo con la avalancha de cayucos llegados a Canarias. En julio, los equipos de rescate marroquíes recuperaron entre los días 3 y 4, a unos 20 kilómetros del Sáhara occidental, los cadáveres de 26 subsaharianos que perecieron ahogados al naufragar la patera en la que viajaban al menos 37 inmigrantes, según explicó uno de los siete supervivientes. Tres días después, se recuperaron los cadáveres de otros tres inmigrantes, entre ellos el de una niña de menos de tres años, en la misma zona. Se desconoce si procedían de esa misma embarcación.

Un mes después, el 1 de agosto, la tragedia se repetía en la zona, tras recuperarse otros 28 cadáveres en la costa atlántica de la provincia de El Aaiún, en el territorio del Sahara Occidental. El día 11, 19 inmigrantes subsaharianos murieron al explotar una bombona de gas a bordo de una embarcación que intentaba llegar a las Islas Canarias, informaron fuentes humanitarias mauritanas y españolas en Nuadibú (norte de Mauritania).

Un día después, otros 28 inmigrantes africanos murieron igualmente cerca de las costas mauritanas en un intento por alcanzar el litoral de las Islas Canarias, según informaron algunas agencias. En esta ocasión la muerte les sobrevino por la falta de agua y comida. El mismo día de la comparecencia de Rubalcaba, las autoridades mauritanas informaron de la muerte de otros 16 inmigrantes hallados en la playa, al norte de Nuakchot (Mauritania) que, al parecer, formaban parte de dos expediciones que una semana antes habían partido de Senegal en dirección a Canarias.
 
Los últimos fallecimientos se registraron este viernes 1 de septiembre. Los cadáveres de tres personas, posiblemente muertos por deshidratación, llegaron en cayuco a las islas junto a otros 87 subsaharianos que sí lograron llegar con vida a la costa.
 
Por meses, en marzo murieron 70 inmigrantes; en abril, 32 ; en julio, 66 ; en agosto, 91 , y en el primer día de septiembre, otros 3 . Todos los inmigrantes de cuyas muertes ha informado Efe fallecieron ahogados, excepto los 31 que perecieron de hambre y sed y los 19 que murieron a causa de la explosión de una bombona de combustible. Hay que recordar que los muertos en el mar pueden ser muchos más de estos 260, cuyos fallecimientos se conocen porque se logró recuperar el cadáver.

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