LD (C.Jordá) A pesar del amplísimo espacio dedicado al evento en los medios de comunicación y de que, a tenor de esos mismos medios, el cambio climático es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, "La hora del planeta" tuvo un muy escaso seguimiento en nuestro país: el consumo eléctrico sólo bajo unos 400 MW respecto a la misma hora de la semana anterior, quedando en 30.456 MW.
Es decir, sólo descendió el consumo en algo menos de un 1,3 %.
No obstante, aún es más sorprendente comprobar que el gran apóstol del "Apocalipsis climático", el oscarizado Al Gore, tampoco apagó las luces, noticia que revelaba Drew Johnson, presidente del Centro de Tenesse para la Investigación Política que ya desvelase hace dos años el descomunal consumo energético de la mansión de Gore, doce veces superior al de una familia americana media y de la que se hacía eco el blog Barcepundit.
Johnson se acercó a la mansión de Gore en una de las barriadas más lujosas de Nashville y comprobó en persona que, si bien parte de la iluminación exterior sí estaba apagada, "en numerosas ventanas de la vivienda se veían luces, en muchas de ellas las propias de alguien que está viendo la televisión o trabajando con un ordenador".
Además, señalaba también como las numerosas luces del camino de la mansión para la entrada para vehículos también estaban encendidas. Como decía con ironía Johnson: "El salvador del medio ambiente no puede molestarse en apagar las luces chillonas que iluminan su ridículo camino de árboles".