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El NYT publica que Adrià cerrará definitivamente El Bulli y éste lo desmiente

Tan sólo unas horas después de que se hiciese pública una entrevista en NYT en la que Adrià afirmaba que el cierre de su restaurante "El Bulli" no sería temporal sino permanente, el propio cocinero ha desmentido este extremo.

El pasado mes de enero, el afamado cocinero afirmó en Madrid que el cierre del restaurante, ubicado en Roses (Gerona, en España), sería en realidad un paréntesis de dos años, y que sus planes eran volver a abrir en el 2014.

Ahora, en una entrevista a The New York Times -el mismo diario que le dedicó un especial de doce páginas en el 2003- se aseguraba que esta semana el cocinero y su socio tomaron la decisión de que el cierre fuera permanente, y que en su lugar abrirán un centro de estudios de alta cocina avanzada.

Pero poco después el propio Adrià ha desmentido la información aparecida en el periódico y ha asegurado que "nada ha cambiado respecto de lo que anuncié en enero en Madrid Fusión, por lo que 'El Bulli' cerrará sus puertas en 2012 y 2014 y volverá a abrirlas en 2014". Además, Adrià ha añadido que "el modelo de  'El Bulli' persistirá entonces a través de una fundación".

Un restaurante deficitario

Si bien Adrià no ahondó en las causas del cierre, definitivo o temporal, del El Bulli, en noviembre pasado se refirió a la crisis económica y a la necesidad de que los restauradores tengan "conciencia" de empresarios y hagan un control presupuestario exhaustivo en sus establecimientos.

Durante años, El Bulli -merecedor de las máximas calificaciones de las Guías Campsa, Michelín, Gourmetour y GaultMaillau- cerraba durante seis meses para que Adrià y el resto de cocineros pudieran dedicarse a innovar y a desarrollar nuevas técnicas.

En la entrevista con Andrew Ferren -que aparece en el blog Diner's Journal -, Adrià confiesa que él y su socio, Juli Soler, sufren pérdidas anuales de medio millón de euros con El Bulli y su taller de cocina en Barcelona.

Con este nivel de pérdidas, "es preferible que dediquemos el dinero a algo más grande, que permita expandir el concepto y el espíritu que El Bulli representa", aseguró el cocinero. Según explicó, quiere dedicar las ganancias que obtiene del resto de negocios y de sus labores de consultoría a establecer una nueva academia y conceder becas para cocineros con talento de todo el mundo.

"Habíamos planeado dedicar estos dos años a ver cómo podía evolucionar El Bulli. Hemos visto varias opciones, pero ayer decidimos que la opción más satisfactoria sería la Fundación", dijo al diario. Además, señaló que es "imposible" mantener el "ritmo bestial" que impone El Bulli, donde hay una lista de espera de tres mil personas.

La nueva academia, indicó, será "un lugar de libre pensamiento y para lanzar nuevas ideas" sobre gastronomía. Esta academia trabajará probablemente con escuelas de cocina de todo el mundo y buscará nuevos estudiantes, quizás unos 25 el primer año, que tengan los mayores niveles profesionales y de entrenamiento.

El restaurante, que obtuvo las tres estrellas Michelín en 1997, tiene previsto reabrir sus puertas tras el cierre invernal el próximo 15 de junio, si bien cerrará completamente en diciembre de 2011. En la entrevista en NYT Adrià confesó que no tiene planes de abrir otro restaurante, aunque dejó abierta la posibilidad de que la academia sirva desayunos y, ocasionalmente, comidas.

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