L D (EFE) La fiscalía pedía para Marso, quien siempre ha negado los hechos, siete años y medio de cárcel por tener secuestrada en su domicilio a su esposa, Aicha, durante cuatro meses, pegarla y amenazarla de muerte en diversas ocasiones en la época en la que la mujer se quedó embarazada y abandonó el domicilio conyugal para irse a vivir a casa de su prima.
La sección sexta ha decidido no condenar al ex imán de Viladecans después de que la única prueba testifical fuera la de un policía que se limitó a afirmar que Aicha tenía dificultades de idioma y denunció los hechos, algunos de ellos de forma directa y otros por boca de una prima suya.
Dado que la presunta víctima compareció en la sala pero se negó a declarar contra el que aún es su marido –actualmente viven juntos en Sant Boi de Llobregat–, el tribunal entiende que "no ha habido prueba mínimamente sólida de la que pueda deducirse la realidad de los hechos objeto de la hipótesis acusatoria o su realización por el acusado".
La sentencia aclara, no obstante, que la absolución de Abdelkader, de 63 años (33 años mayor que Aicha), no significa que sea inocente, sino que no se ha podido demostrar sus culpabilidad tras la negativa de su esposa a incriminarle de nuevo durante la vista.