Cuatro días después de ese incendio, otro causó la muerte de siete inmigrantes africanos que ocupaban un edificio insalubre de París. En este último caso, los investigadores privilegian la tesis accidental, probablemente de tipo eléctrico. Ambos incendios, sumados al de abril pasado en una pensión para inmigrantes en el que murieron 24 personas, reavivaron la polémica sobre la falta de vivienda social y la precariedad en París.
Desalojo de las viviendas en malas condiciones
El ministro de Interior y número dos del Gobierno, Nicolas Sarkozy, ordenó, después del tercer incendio, el desalojo de todos los edificios insalubres y ocupados ilegalmente de la capital. Este viernes la policía desalojó a familias africanas de dos de esos edificios, lo que suscitó las críticas de asociaciones de defensa de las personas mal alojadas y los inmigrantes que denunciaron una instrumentalización "política" y "electoralista".
En una muestra de solidaridad, unas 200 personas se concentraron en la tarde de este viernes en un parque público de París donde acampan varias de las familias desalojadas, que indicaron que no les habían propuesto un realojo o que habían rechazado ser "dispersadas" en pensiones u hoteles de la región.