L D (EFE) La Consejería de Pesca aprobó el pasado martes una resolución por la que levanta a partir de este jueves la prohibición para la pesca con arte de cerco en aguas interiores de Punta Langosteira y Punta Candieira, en el norte de la provincia coruñesa, y en las Rías Bajas entre Punta Insua y la desembocadura del Miño. Además, también se autoriza a partir de este jueves la actividad pesquera con todas las artes y aparejos en las aguas interiores en la misma zona de la provincia de La Coruña.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura y Pesca ha autorizado también la pesquería del cerco en aguas exteriores en todo el litoral, salvo la Costa de la Muerte. Con estas nuevas apertura, que afectan a unos 500 barcos, según apunta la Consejería de Pesca en una nota, la pesca queda abierta a todas las artes y aparejos en el conjunto de las aguas interiores y exteriores de Galicia, con excepción de la zona más afectada por los vertidos del petrolero.
Para facilitar la incorporación de los pescadores del cerco a su trabajo, la Consejería de Pesca establecerá un sistema de pagos ágil, para abonar los posibles daños que pudiesen producirse en los aparejos con los que faenan, por si llegasen manchados de fuel.
En una reciente reunión celebrada entre la Consejería y las Cofradías, los profesionales expresaron su interés en que se agilice el abono de posibles daños, ya que esta pesquería se ejerce de noche y pueden resultar afectar a sus artes.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura y Pesca ha autorizado también la pesquería del cerco en aguas exteriores en todo el litoral, salvo la Costa de la Muerte. Con estas nuevas apertura, que afectan a unos 500 barcos, según apunta la Consejería de Pesca en una nota, la pesca queda abierta a todas las artes y aparejos en el conjunto de las aguas interiores y exteriores de Galicia, con excepción de la zona más afectada por los vertidos del petrolero.
Para facilitar la incorporación de los pescadores del cerco a su trabajo, la Consejería de Pesca establecerá un sistema de pagos ágil, para abonar los posibles daños que pudiesen producirse en los aparejos con los que faenan, por si llegasen manchados de fuel.
En una reciente reunión celebrada entre la Consejería y las Cofradías, los profesionales expresaron su interés en que se agilice el abono de posibles daños, ya que esta pesquería se ejerce de noche y pueden resultar afectar a sus artes.