El alcalde dejó estupefactos a todos los allí reunidos cuando, sin motivo alguno, se dedicó a insultar a la oposición. Con un total de 60 improperios explicó cómo ve él a la oposición:
"Errónea, errática, inafectada, equivocada, falsa, inexacta, que conversa desatinada, desorientada, ninguneante, vacilante, irrazonable, abominable, aborrecible, atroz, condenable, deplorable, deleznable, lamentable, odiosa, repugnante, alarmista, inquietante, perturbadora, culera, ansiosa, humillante, vergonzante, infame, innoble, irracional, absurda, ilógica, inverosímil, inconsciente, desleal, ingrata, miserable, infame, mezquina, ruin, insolente, incompetente, incapaz, escasa, inhábil, torpe, ignorante, ramplona, grosera, excluyente e incumplidora".
Como no le pareció suficiente, al finalizar, y entre las risas de sus compañeros socialistas, Miguel Ángel Pozas dijo que los insultos eran "por citar algunos ejemplos". La representante del PP, Lola Serna, fue la que le respondió. "No ofende quien quiere sino quien puede".