Libertad Digital Del pretendido exceso de celo garantista, la ya famosa sección de la Audiencia pasa a la imprudencia y raya en la prevaricación. Ni votos particulares, ni discusión interna. Según informó el diario El Mundo , los magistrados Ollero y López Ortega firmaron a ciegas lo que les dijo el ponente, Carlos Cezón, ex juez de vigilancia penitenciaria. Sólo tenían como elemento de juicio la inestabilidad emocional y tendencias suicidas del narco Carlos Ruiz de Santamaría. Pero desconocían el resto del expediente; las toneladas de cocaína a sus espaldas o la proximidad del juicio. No hay pues, deliberación alguna. El delincuente, considerado “muy peligroso” acaba libre y fugado.
Puede que sea una práctica habitual ante el exceso y acumulación de casos. Uno decide y los demás firman. En el peor de los casos, puede haberse ocultado información ya que Ollero y López Ortega conocían sólo el informe psiquiátrico del reo. Pero de cualquier forma, los tres jueces han vuelto a incurrir en una grave irregularidad que se suma a muchas otras excarcelaciones inexplicables. Los sumarios de Garzón tienen pocas posibilidades de prosperar cuando caen el Sección Cuarta. Y la instrucción incompleta o poco brillante del juez no es la razón de que esto ocurra. En casi todos los casos que han creado polémica (excarcelación de etarras de EKIN o de Pepe Rei y ahora la fuga de un narco) se trataba de delitos que crean alarma social y que exigen máximas garantías. La sección de Cezón y López Ortega –con la compañía intermitente de Ollero– se ha inclinado siempre a favor del reo y en contra de la seguridad que demanda la sociedad.
Puede que sea una práctica habitual ante el exceso y acumulación de casos. Uno decide y los demás firman. En el peor de los casos, puede haberse ocultado información ya que Ollero y López Ortega conocían sólo el informe psiquiátrico del reo. Pero de cualquier forma, los tres jueces han vuelto a incurrir en una grave irregularidad que se suma a muchas otras excarcelaciones inexplicables. Los sumarios de Garzón tienen pocas posibilidades de prosperar cuando caen el Sección Cuarta. Y la instrucción incompleta o poco brillante del juez no es la razón de que esto ocurra. En casi todos los casos que han creado polémica (excarcelación de etarras de EKIN o de Pepe Rei y ahora la fuga de un narco) se trataba de delitos que crean alarma social y que exigen máximas garantías. La sección de Cezón y López Ortega –con la compañía intermitente de Ollero– se ha inclinado siempre a favor del reo y en contra de la seguridad que demanda la sociedad.