L D (EFE) Los responsables de las federaciones del Metal de ambas centrales sindicales, Sebastián Correas y Antonio Cervantes, explicaron este miércoles en Ciudad Real que el intento de mediación del martes del jurado arbitral fracasó ante las grandes diferencias mantenidas entre la parte sindical y la empresarial sobre las condiciones de trabajo. Correas afirmó que "nosotros no queremos huelga ni conflicto, pero es la única salida que nos queda, aunque esperamos que en el último momento se pueda evitar".
Los sindicalistas añadieron que la huelga no sólo se dirige contra Repsol, sino contra la patronal del sector ADEMI y la Federación de Empresarios de Puertollano (FEPU). En el origen de estos paros están las diferencias que ha suscitado entre empresas y trabajadores la parada técnica que se ha hecho en la refinería de Repsol tras el accidente ocurrido el pasado 14 de agosto y en la que estarán trabajando hasta finales de octubre cerca de 3.500 personas.
Los representantes sindicales explicaron que, a raíz de la explosión registrada en la refinería de Repsol el pasado 14 de agosto, que costó la vida a ocho personas, se ha adelantado y complicado la parada técnica que suele hacer periódicamente Repsol, que se ha visto ahora forzada para aumentar las medidas de seguridad. Los sindicatos discrepan con la dirección de la compañía petrolera sobre la fecha del inicio de esa parada, que según los representantes de los trabajadores empezó el 25 de agosto y según Repsol el 3 de septiembre, lo cual tiene repercusiones económicas y laborales en la plantilla.
Asimismo, las centrales denuncian que en esa parada técnica hay varios centenares de trabajadores con una jornada superior a doce horas y, además, quieren que se negocie un nuevo acuerdo sobre las condiciones de trabajo en estas paradas, ya que el vigente finaliza el próximo 29 de septiembre.
Los sindicalistas añadieron que la huelga no sólo se dirige contra Repsol, sino contra la patronal del sector ADEMI y la Federación de Empresarios de Puertollano (FEPU). En el origen de estos paros están las diferencias que ha suscitado entre empresas y trabajadores la parada técnica que se ha hecho en la refinería de Repsol tras el accidente ocurrido el pasado 14 de agosto y en la que estarán trabajando hasta finales de octubre cerca de 3.500 personas.
Los representantes sindicales explicaron que, a raíz de la explosión registrada en la refinería de Repsol el pasado 14 de agosto, que costó la vida a ocho personas, se ha adelantado y complicado la parada técnica que suele hacer periódicamente Repsol, que se ha visto ahora forzada para aumentar las medidas de seguridad. Los sindicatos discrepan con la dirección de la compañía petrolera sobre la fecha del inicio de esa parada, que según los representantes de los trabajadores empezó el 25 de agosto y según Repsol el 3 de septiembre, lo cual tiene repercusiones económicas y laborales en la plantilla.
Asimismo, las centrales denuncian que en esa parada técnica hay varios centenares de trabajadores con una jornada superior a doce horas y, además, quieren que se negocie un nuevo acuerdo sobre las condiciones de trabajo en estas paradas, ya que el vigente finaliza el próximo 29 de septiembre.