Manuel Fernández Castiñeiras, el electricista detenido como presunto autor material del robo del Códice Calixtino, solía llevar bombones al templo y tenía llaves de las estancias de la catedral donde se custodian las reliquias, han informado a EFE fuentes próximas al caso.
Este exempleado, que prestó sus servicios como autónomo durante 25 años en el templo, "andaba por aquí como por su casa, merodeaba por todos lados, con los que tenía confianza", han indicado, pero "de que había hecho copias de las llaves nos enteramos muy tarde", han precisado.
Fernández Castiñeiras "se llevó piezas" de la seo incluso después de la sustracción del valioso manuscrito, y llegó a amenazar al deán, José María Díaz, con el que mantenía discrepancias, de que "iba a arruinarle la vida".
"Te voy a hundir, vas a caer"
"Te voy a hundir, vas a caer", llegó a amenazar el electricista al deán cuando Manuel Fernández Castiñeiras, presunto autor material del Códice Calixtino, dejó de prestar servicios en la Catedral de Santiago de Compostela en 2005, después de falsificar su propio contrato laboral.
Según han explicado a EFE fuentes próximas al caso, este exempleado de la seo compostelana era autónomo y aspiraba a tener un puesto fijo, después de su vinculación con la basílica gallega durante 25 años.
"Había una inquina personal" contra el deán, archivero y por ende guardador del Códice en el momento de su desaparición, han contado a EFE las mismas fuentes. "Es una venganza" contra Díaz, porque Fernández Castiñeiras reclamaba un dinero que, según él, se le adeudaba, si bien aseguró que el deán nunca llegó a temer por estas amenazas.
"Llegó a reclamar hasta 60.000 euros", han dicho a EFE fuentes del Cabildo catedralicio, "pero no había justificante de trabajo, mirábamos y no sabíamos qué bombillas había colocado, ni dónde estaban esas obras que aparecían en sus facturas".
El presunto autor material del robo del Códice Calixtino tenía "la afición de recoger papeles" e incluso se ha llevado "contratos" de la basílica compostelana, han aseguradofuentes próximas a la investigación.
"Aquí no se sospechaba nada", dijeron fuentes del Cabildo, "porque venía a misa con regularidad y luego andaba por aquí a sus anchas. Era un exempleado, en su trabajo había sido bueno..." han señalado.