El Mundo cuenta los entresijos de la negociación del sábado y revela que Rajoy le mandó un SMS a De Guindos, que estaba a punto de echarse a llorar. "Aguanta, somos la cuarta potencia de Europa, España no es Uganda". Pedro J. le pega un capón a Rajoy por negarse, "un tanto puerilmente a hablar de rescate". Tampoco le parece de recibo que esté como unas castañuelas y se presente "como el vencedor de la batalla". Bueno, vale, "es verdad que Rajoy tiene motivos para estar relativamente satisfecho" pero que no nos vacile, "nadie presta 100.000 millones a cambio de nada". Más o menos lo mismo piensa Federico Jiménez Losantos, que pone paz entre Rubalcaba y Rajoy. Ni ayuda, ni rescate: "Ayucate". "Aceptemos que esto no es un rescate como los de Grecia, Irlanda y Portugal, pero tampoco es una simple ayuda, como dice Rajoy, así que podríamos llamarle ayucate, que es ayuda y es recate, pero solo a medias". Y así todos contentos. "Para el Gobierno es ayuda, para la oposición es rescate y ambos mienten, pero no del todo; o dicen la verdad, pero no toda: solo la que les conviene". En resumen, se llame como se llame una cosa está clara. "El dinero hay que devolverlo".
El País está escocido porque quería ver a Rajoy caer de hinojos y se ha quedado con un palmo de narices. "Rajoy vende como un gran éxito el rescate", dice como sin dar crédito a lo que ve. Cuenta Carlos E. Cué que "exhibió ayer esa piel de rinoceronte y se esforzó en transformar el peor momento de su carrera política como un éxito brillante", el tío. El editorial también se pone de morros. "El presidente explica la colosal ayuda europea como si todos los problemas estuviesen resueltos (...) se esforzó por vender un versión optimista" y encima con "altanera muestra de orgullo". Con lo que les hubiera gustado a ellos verle vencido y humillado, mecachis.
Sin embargo, a Enrique Gil Lázaro se le escapa un sincero aplauso de admiración hacia Rajoy. "Diré que pese a todo, este rescate me parece ciertamente positivo (...) De ahí la cara de listo que se le ha puesto al arrogante Rajoy, que parece haber logrado llevarse al huerto a su rigorista colega" Angela Merkel. "Al revés que Zapatero, que salió desplumado tras perder todas sus apuestas en el póker del euro, el bueno de Mariano ha logrado por fin ganar, tras birlarles la cartera a los alemanas. ¿Cuestión sólo de suerte?".
ABC es hoy una balsa de aceite. "Una inyección de tranquilidad", dice. "La decisión era la mejor opción disponible" y "el Gobierno de Rajoy ha gestionado con gran acierto las negociaciones". Y le pega un bofetón a Rubalcaba. "Resultan más que sorprendentes las críticas de trazo grueso basadas en argumentos semánticos, que vienen además de aquellos en cuyas manos habría estado evitarlo". José María Carrascal se descubre ante Rajoy. "Ese gallego socarrón y cachazudo viene recibiendo golpes y puñaladas de frente y por la espalda desde que Aznar le designó su sucesor. Pero ha logrado su objetivo: que España no sea rescatada pese a estar al borde del abismo. ¿Cuál es su secreto? Pues la paciencia y el realismo (...) Él sabe que lo importante es la victoria final".
En La Razón, además de las consabidas loas al bienhacer de Rajoy, están de piedra con el rostro de cemento que se gasta Rubalcaba. "Rubalcaba y el PSOE se aferran a la crítica y pide incluso analizar el asunto en una comisión parlamentaria en la que deberían comparecer como responsables tanto él mismo como los gestores del desastre económico heredado por el PP". Y por si a alguien le quedaba alguna duda, Marhuenda lo deja claro. "España no ha sido rescatada. Es algo tan claro como conciso". ¿Entendido?
En La Gaceta, a Carlos Dávila le queda "una inmensa duda". ¿Qué harán los bancos para pagar lo que deben? He ahí donde más que dudas nos recorre por la espina dorsal más miedo que con Drácula metido en nuestro petate". Y Maite Nolla explica por qué tenía Rubalcaba ayer esa cara de perro. "En el PSOE pensaron que si al Gobierno de Rajoy le salía mal su plan de rescate de los bancos (...) la inestabilidad política aparejada les iba a favorecer. La cosa es que el Gobierno ha conseguido su propósito y Rubalcaba con la cara paga", porque "es un tipo transparente para lo bueno y lo malo" y ahora se ha quedado "sin respuesta y sin baza. Y con serio riesgo de hundimiento". A fastidiarse.