A El País Luis Linde, el nuevo gobernador del Banco de España, no le cae bien, ellos preferían a otro. Así que que se vaya preparando. "El gobierno ha preferido finalmente el perfil de Luis Linde al de José Manuel González Páramo, que sin duda alguna se hubiese erigido en interlocutor de mayor talla ante las autoridades monetarias europeas", le suelta al pobre Linde para abrir boca. "La política pequeña y los cálculos mezquinos han malogrado la oportunidad de colocar al frente de una institución clave a una persona capaz de devolverle con su solo nombramiento el necesario prestigio", continúa con toda su mala leche, qué les habrá hecho este hombre, si acaba de llegar. Y le mandan un aviso. "Linde no lo va a tener fácil". Un consejo desde aquí, señor gobernador. Guarde las facturas hasta de la barra de pan. Eso sí, El País halla consuelo en la probable subgobernadora, Soledad Núñez, del PSOE. Ella sí "tiene un conocimiento fluido de los mercados, esencial para resolver la crisis bancaria".
El diario de Prisa informa también profusamente de lo que va a hacer Aguirre. "Recorta sueldos y servicios sociales y sanitarios", "sube 29 tasas y crea otras 36", "los ancianos pagarán por ir al centro de día", "los más pobres" pagarán la guardería, se ha cargado "una vacuna infantil" y "la operación de cambio de sexo" y a los niños se los comerá crudos. Ñam, ñam.
El Mundo vuelve hoy al 11-M porque "la audiencia ve apariencia de delito en las testigos del 11-M" que "señalaron a Zougam". Federico Jiménez Losantos se desahoga con Torres-Dulce –"Torres-Pumpido", lo llama– después de que archivara la investigación del vagón descubierto por Libertad Digital. "Eduardo Esteban y Eduardo Torres-Dulce han perpetrado al alimón una de las puñaladas traperas más alevosas que cabe recordar en la ya de por sí desvergonzada estrategia de camuflamiento e impunidad del 11-M". Considera Federico que la nota de Torres-Dulce "dando carpetazo" al asunto "es tan falsa" que una de dos: "O enjuicia a los dos jueces del 11-M por ocultación de datos a la defensa y prevaricación o le va a crecer la nariz como a Pinocho y además tendrá pesadillas: cada noche soñará con el árbol de los 192 ahorcados".
Y a Pedro J. sí que le cae bien el flamante gobernador. Dice maravillas de él. "Un veterano economista, técnico comercial, amplia experiencia internacional y con un perfil eminentemente técnico, muy distinto al de Ordóñez". ¿Ven? Si es que no hay manera de ponerse de acuerdo.
La Razón está encantadísima con Esperanza Aguirre, que "ha abierto un melón que ya nadie puede ignorar", qué "osadía" la de la presidenta, dicen admirados. Y fíjense, se han puesto a echar cuentas y les sale que "reducir a la mitad los diputados autonómicos ahorraría sólo en sueldos y dietas más de 50 millones". Qué bien suena. Como el cuento de la lechera.
ABC hace una especie de resumen de la semana y llega a la conclusión de que, hombre, no estamos tan mal como parecía. "Poco a poco, entre la maraña de rumores e intoxicaciones alarmistas más o menos interesadas, se abre paso la versión de Rajoy, según la cual la situación de la economía es difícil, pero puede ser razonablemente gestionada". Menos mal, qué susto nos hemos llevado. Incluso "Merkel ha entendido perfectamente la situación española, sus implicaciones para toda la UE, y sabe perfectamente que la solución de la crisis pasa por una mayor integración económica". Ay, tontita, mira que se puso cabezona, ¿eh? Aunque a lo mejor es que ha leído a Iñaki Ezquerra contándole lo que le va a pasar si nos rescata. "Sería la tumba de Merkel, de Alemania, de Europa, de quien se atreva". Quita, quita, habrá dicho.
En La Gaceta también están muy ilusionados con el plan de Aguirre y se hacen amplio eco de la reacción del PSOE. "El PSOE sale en tromba y equipara a la presidenta con Mussolini". ¿Y por qué?, se preguntarán. Parece que el dictador italiano también quiso recortar diputados en 1928. Era un insulto, creo. A Carlos Dávila, mientras, se le ha hecho la boca agua y quiere reducir y reducir sin parar. "A los ayuntamientos, a las diputaciones, a los cabildos, a las juntas generales", tranquilo, Carlos, tranquilo, no seas ansioso que te vas a atragantar.