Miembros de Greenpeace han sobrevolado la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos, donde han depositado botes de humo con el objetivo de demostrar la "falta de seguridad" de esta instalación.
Según consta en un comunicado de la organización del que se hace eco Europa Press, a primera hora de la mañana activistas de Greenpeace han sobrevolado la central nuclear de Garoña coincidiendo con la celebración este martes, 5 de junio, del Día del Medio Ambiente.
Greenpeace ha asegurado en este escrito que no existe ningún motivo, ni económico ni energético, que justifique ampliar el permiso de explotación de Garoña y ha considerado "irresponsable" que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo plantee la reapertura de la central nuclear.
Greenpeace ha llevado a cabo esta acción días después de presentar las alegaciones al proyecto de orden de revocación de la Orden Ministerial que establece el cierre de Garoña para el 6 de julio de 2013. Asimismo, coincide con la ampliación del plazo de revisión más detallada de las pruebas de resistencia, promovida por la Comisión Europea, después de que haya indicado que "el proceso se prolonga para llevar a cabo nuevas inspecciones y para proponer medidas para mejorar la independencia de los reguladores nacionales a nivel europeo".
Para la organización, la reapertura de la central nuclear de Garoña únicamente satisface los intereses económicos de Endesa e Iberdrola "y supone que la ciudadanía asuma el riesgo ambiental, social y económico que esto significa". Del mismo modo este colectivo ha defendido la idea de que la central de Garoña no aporta beneficio económico a la sociedad.