Un hombre le ha pedido el divorcio a su mujer porque, según explicó ante el tribunal, la convivencia se había vuelto insoportable por la culpa de los 550 gatos de esta.
En los documentos del divorcio, el marido explica que los mininos le bloqueaban constantemente el paso al cuarto de baño, y que actos como cocinar o comer se habían convertido en casi imposibles, debido a que debía darles comida a los gatos constantemente.
Según informa La Vanguardia, el hombre, que vive en la localidad israelí de Beersheba, dice que la gota que colmó el vaso fue que su mujer decidió dormir con los animales en la cama.
Con todo, la pareja había intentado en diferentes ocasiones reconciliarse pero, finalmente, decidieron tomar caminos separados porque ella se negó a deshacerse de los felinos, como él le había pedido.