La crisis de la deuda y la ampliación de la Unión Europea al este del continente han hecho aumentar el número de inmigrantes en Alemania, donde en 2011 se alcanzaron las cifras más elevadas desde hace 15 años.
La Oficina Federal de Estadística (Destatis) informó hoy desde su sede en Wiesbaden de que el número de inmigrantes registrados el pasado año, una vez restados quienes retornaron a su país, se elevó a 279.000 personas.
La cifra es más del doble que la del año anterior (128.000 personas), señalaron los técnicos de Destatis, quienes subrayaron que la mayoría procedían de países de la Unión Europea.
En ese sentido calificaron de sobresaliente el aumento de inmigrantes procedentes de Grecia y España, con incrementos en 2011 del 90 % y el 52 %, respectivamente, y un total de 23.800 griegos y 20.700 españoles.
Sin embargo, la mayor inmigración procedió de Polonia, con un aumento del 42 % y 163.400 personas, seguida de Rumanía con 94.700 personas y un incremento del 28 %, aunque también búlgaros, húngaros e italianos emigraron en cantidades apreciables a Alemania.
Destatis explicó finalmente que dos terceras partes de la totalidad de los inmigrantes procedentes de países de la UE se instalaron en cuatro de los 16 estados federados germanos, concretamente en Renania del Norte-Westfalia, Baviera, Baden Württemberg y Hesse.