Y es que, como bien dice Federico Jiménez Losantos en El Mundo, ante unos "mohicanos del 15-M" a los que no es fácil tomarse en serio, lo que no es posible tomarse a broma son los "15 medios de comunicación, progres y antiprogres, que lo inventaron [por el propio movimiento] hace un año y que se empeñan en hacerle la respiración asistida".
Y eso que el propio periódico de Pedro J. tampoco ha destacado por su dureza con los indignados y sus fiestas, como tampoco lo es en el editorial que les dedica este lunes en el que hace una historia resumida de la movida, más que movimiento, y se centra sobre todo en alabar la actuación policial y advertir que "el Gobierno se jugaba mucho en el envite".
En el lado contrario está, cómo no, El País, sobre todo una vez fenecido Público. Los de Cebrián y Cía pese a reconocer en portada que la primavera de 2012 no es tan florida como la de 2011-"El 15-M pierde fuerza en la calle tras los desalojos" (no se pierdan el uso del "tras")-, en el interior se nos ponen asamblearios.
Y es que los de Prisa han buscado violencia policial en la noche madrileña como quien busca una morcilla en el interior de un túnel y a la luz de un candil. El resultado es poco menos que grotesco, con un artículo en el que los testimonios de los afectados más que mover a la indignación mueven a la risa.
Así, uno nos dice que "golpearon en el suelo" a un manifestante, lo que nos hace pensar si el suelo será área tan sensible como los testículos, por ejemplo. Otro nos cuenta un terrorífico ejemplo de salvajismo policial: "Mientras recogía mis pertenencias los policías me empujaban". El mejor, uno que dormía ya dentro de su tienda: "Estaba sobado cuando me han despertado con la porra". Igual es que el señor prefería unos churros...
En el editorial nos dicen que el 15-M se ha convertido "de una manera u otra, en un referente político" ya que "ha sido capaz de generar un debate público" y que cuenta "con un apoyo mayoritario de la población". En fin, que o el editorialista de El País o yo hemos visto un espejismo... y me temo que ha sido él.
En ABC prefieren abrir con cosas de más fuste, y nos colocan en portada a Iker Casillas y Sergio Ramos sosteniendo la copa de la Liga, lo que algunos calificarían de imprudencia.
El editorial sí que habla de los indignados y es muy duro con ellos: habla de "planteamientos al margen de la ley" que sólo "favorecen a las minorías radicales" y también critica las "ideologías rancias y trasnochadas que inspiran determinados proyectos que han fracasado por completo a lo largo de la historia". Pues qué cierto es eso y qué poco nos acordamos... algunos.
La Razón prefiere centrarse en el congreso del PP vasco y en la encuesta sobre las previsibles elecciones allí. Foto para Basagoiti y Rajoy y un titular con un voluntarismo político quizá digno de menor empeño: "El PSOE se hunde y el PP sube a los tres años del pacto vasco". Es cierto que el PSOE se hunde, pero llamar subida al pírrico escaño que gana Basagoiti es tener mucha moral.
Lo mejor en el periódico de Planeta son los microartículos que han pedido a 15 críticos con el movimiento, entre ellos César Vidal y otros colaboradores de esta casa como Luis Alberto de Cuenca o Amando de Miguel.
El director de Es la noche de César dice sin pelos en la lengua que "ahora ya sabemos que el 15-M es un conjunto de fanáticos de extrema izquierda, profesores adoradores de Castro y Chávez y antisistema fichados".
Notable el siempre provocador Álvaro Pombo, que dice que el 15-M le recuerda "a Franco por lo apartidista que es". Y también muy acertado el análisis de Pedro Alberto Cruz sobre el origen del movimiento: "Fue un show, una performance (...) es un movimiento que nació para los medios de comunicación".
Pues eso, los 15 medios. Si es que parece que la prograda disfruta dándonos la razón.