La renuncia del cardenal Lluís Martínez Sistach a su cargo de arzobispo de Barcelona abre el melón sucesorio y la guerra para encontrar a quien será el pastor de una sede cardenalicia y de vital importancia.
Las cartas están sobre la mesa y los nombres de los posibles candidatos comienzan a aflorar. Sin embargo, todo apunta a que la sucesión no será inmediata y que el Vaticano concederá un tiempo de gracia a Sistach. Una especie de norma no escrita que sólo en algunas ocasiones es vulnerada. Un año o incluso más podría ser la fecha en la que se anunciase quién será el nuevo arzobispo de la capital de Cataluña, que no primado de la región, algo que disfruta Tarragona. Además, habrá que ver si Roma respeta el cargo que el actual arzobispo ostenta en la Conferencia Episcopal, donde está al frente de Liturgia. Si así fuera habría que esperar hasta 2013.
Pero fuera de estas consideraciones la sucesión de Sistach es algo que se viene fraguando desde hace tiempo aunque la decisión final corresponde al Nuncio Renzo Fratini y a la Congregación de los Obispos en primer lugar y al Papa en última instancia.
Mientras esto sucede los distintos grupos intentan "vender" a sus candidatos y tocar sus contactos en Roma. El sector nacionalista y sus terminales mediáticas y políticas tienen ya a su candidato. También aparecen otros nombres de un perfil no nacionalista y y alguno más que podría ser una opción que contente, o no defraude, a todos.
Lo que sí parece casi seguro es que el Vaticano no hará más experimentos con gaseosa. Los últimos cambios en el País Vasco y en Cataluña así lo atestiguan. Se ha apostado por un cambio radical con prelados de un perfil muy distinto a sus antecesores. Algo que inquieta a los nacional-progresistas y que ha provocado que éstos intensifiquen su campaña a favor de su candidato.
Los candidatos
Joan Enric Vives- De 63 años es el candidato del sector más nacionalista y progresista del catolicismo catalán. Es además su última gran esperanza, y lo saben. Vives es el obispo de la pequeña diócesis leridana de Urgel aunque esta sede episcopal conlleva ser también ser el copríncipe de Andorra, cargo compartido con el presidente de Francia. Los medios nacionalistas le postulan y le dan espacio para conseguir su objetivo y éste les premia con declaraciones de gran calado político. En una reciente entrevista se mostraba favorable a la independencia y añadía que no se había tenido respeto a Cataluña con la sentencia del Estatuto. También apoyó la inmersión lingüística y se resignaba ante la llegada de seminaristas de otros países ante la falta de vocaciones al sacerdocio en su diócesis.
José Ángel Saiz Meneses- Nacido en Cuenca hace 56 años se trasladó con su familia a Barcelona cuando apenas tenía nueve. Como obispo de Terrasa se ha convertido, sin quererlo, en el espejo con el que todos comparan a Sistach. Pastor de una diócesis nueva desgajada de Barcelona ha conseguido frenar la sangría y ha invertido la tendencia de la Iglesia en Cataluña. Ha abierto un Seminario y en menos de un lustro ya tiene más seminaristas que su vecina Barcelona. Es el candidato más temido por el sector nacionalista puesto que su perfil es opuesto al suyo. No es nacionalista y así actúa. Pertenece además a la escuela de don Marcelo. Ante la deriva de la Iglesia en Cataluña se fue al Seminario de Toledo junto con otros compañeros. Y esto es algo que no le perdonan. Sus detractores le tachan de "españolista".
Luis Francisco Ladaria Ferrer- Es jesuita y arzobispo debido a su condición de secretario de la Congregación de la Doctrina de la Fe. Nacido hace 68 años en Baleares desde distintos mentideros de Roma y Barcelona le han colocado en la terna de sucesión de Sistach. Fiable doctrinalmente y de confianza del Papa podría ser un candidato de consenso. Sin embargo, su carrera se ha enfocado siempre a la docencia y su condición de jesuita, sólo hay el caso de un obispo residente en España de esta orden en toda la historia, puede que no le favorezca. Tiene vinculación con Barcelona y no existe un público componente político en él.
Sebastián Taltavull- Es actualmente obispo auxiliar de Barcelona, aunque ha estado condenado al ostracismo por el cardenal debido a que éste no era el nombre que había pedido. Perteneciente a la vía balear, nombrar obispos de esta región por su conocimiento del catalán, sería para los nacionalistas el mal menor, aunque siempre desde una gran resignación. Taltavull está muy lejos de lo que representa Vives y es un obispo que también podría suscitar cierto consenso en Barcelona. Cuenta además con la ventaja de conocer la Diócesis.
Jaume Pujol- Es el arzobispo metropolitano de Tarragona y primado. Su cargo en sí le coloca en la terna sucesoria y fue de esta misma sede desde la que partió Sistach rumbo a Barcelona. Pese a sus posibilidades, su nombre aparece poco en las quinielas. Cercano al Opus Dei causa rechazo en los sectores más progresistas. Sin embargo, pese a sus enormes discrepancias lo preferirían antes que a Saiz Meneses.
Xavier Novell- El candidato ideal para muchos aunque le ha llegado la oportunidad demasiado pronto. Novell es el obispo de Solsona, y es a sus 43 años el prelado más joven de España. Lleva tan sólo año y medio como obispo y está llamado a ser el futuro de la Iglesia en Cataluña y quizás a ser el sucesor del sucesor de Sistach. El sector nacionalista desprecia a este pastor por ser quizás el mayor represente de la nueva hornada de obispos elegidos por Roma y por decir según fue nombrado que "no existe la Iglesia de Cataluña, existe la Iglesia en Cataluña" y que está llamado a ser pastor de todos.
Josep María Turull- El candidato imposible de Martínez Sistach. Ha intentado una y otra vez colocarlo como obispo auxiliar o en alguna de las distintas diócesis catalanas. La respuesta de Roma siempre ha sido la misma: no, no y no. Es su protegido y le ha colocado en distintos puestos de responsabilidad de la Diócesis, incluido el de rector del Seminario, donde se ha visto superado claramente en número de seminaristas por Terrasa pese a la diferencia de habitantes. Aún se recuerda como con megáfono en mano lideraba las protestas contra la llegada de Ricard María Carles al arzobispado de Barcelona.