El bonito espectáculo ofrecido por su majestad este fin de semana sigue siendo el principal asunto que tratan los periódicos y todos, sin excepción, ilustran sus portadas con la familia principesca mientras debaten entre abdicación sí o no.
El Mundo le da mucha cancha a Tomás Gómez, que ayer pidió sin cortarse un pelo que el Rey cumpla sus obligaciones o abdique. A Jiménez Losantos le sale una sonrisita traviesa y se le ve disfrutar de lo lindo. Tras alabar la "fina voluntad" de El Mundo por titular por "batacazo" y no por "trompazo", todo un detalle, cuenta que ayer se quedó de piedra leyendo el artículo de José Antonio Zarzalejos en un diario digital atizando al Rey hasta en el cielo de la boca. "Yo lo veía y no lo creía. Pensé que me había muerto y me habían condenado al purgatorio de las hemerotecas (...) ¿Zarzalejos? ¿Mi Zarzalejos? ¿Es él quien torvamente censura la conducta del Rey? Pues sí, es él". Y es que le invaden los recuerdos de "la campaña del Rey, el PSOE, Rajoy, Zarzalejos, Cebrián y Gallardón, entre otros, que movieron Roma con-o más bien contra- Santiago para acabar conmigo y con la Cope". Y es que, cosas veredes, "el gran argumento del ahora ariete antimonárquico era que yo dije en una entrevista de El Mundo y repetí con Sánchez Dragó en Telemadrid que si el Rey era incapaz de oponerse al Estatuto de Cataluña y a la negociación de ZP con ETA, debía dar paso a su hijo". Arrieritos somos, Federico, arrieritos somos.
Raúl del Pozo dice en un artículo, titulado "Mogambo", que "desde hace semanas el Rey estaba fuera de control, disparando las últimas balas de su rifle en esos safaris organizados por la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein" porque "está absolutamente irritado con la familia y con esta España en desguace", que el hombre está acostumbrado a cosas con más lustre.
La Razón vive hoy sumida en la zozobra. No sabe si lanzarse a la yugular del Rey o sobarle el lomo. En portada, opta por pegarle la patada. "El príncipe, al frente. No se trata de plantear un debate sucesorio –qué va, no vayan a creer- pero Don Felipe viene demostrando desde hace años su preparación con sumo acierto", dice. Se inventa que Rajoy "cierra filas con el Monarca", pese a que lo único que ha dicho el presidente es que su cadera está fenomenal y que han quedado para el viernes y nos cuenta de quién es la culpa. "El peligro de las escaleras de los bungalows". Si es que estos chismes africanos, hay que tener cuidado con ellos. Marhuenda abunda en la idea de la abdicación porque el viaje fue "inoportuno" y "poco afortunado" y "la imagen de la Casa Real no pasa por el mejor de sus momentos", pero "por fortuna" ahí está el Príncipe, hecho un príncipe para "despejar incertidumbres sobre la institución y asegurar la continuidad de la monarquía".
Ussía se planta y dice que ni hablar del peluquín, que hasta ahí podíamos llegar. "El Rey se ha equivocado" pero "ha acertado en centenares de ocasiones y nadie le aplaudió sus aciertos". Ussía, por Dios. "No me uno a quienes desean adelantar el curso de los acontecimientos. Un rey de verdad, se muere Rey", asegura con vehemencia y total convencimiento. Y hace un sentido llamamiento a los españoles "que guarden un espacio para la gratitud, tenemos que ayudar, apoyar y estar junto al Rey", con elefantes, Corinnas o lo que sea porque la culpa la tienen las malas compañías, lo amigotes, y en particular "un amigo del Rey con nombre de calle madrileña -quién, quién, hijo, Ussía, que pocas pistas das- que mucho bien nos haría a todos renunciando a su alta amistad. El proveedor de elefantes y otras cosas. Pero con el Rey y junto al Rey, a muerte", pues hala, majo, que te cunda.
ABC la paga con Tomás Gómez. "No se le ha ocurrido otra cosa que sugerir la abdicación del Rey, que eso sí que es caza mayor y no la de Don Juan Carlos en Botsuana", que es una pequeña travesura, dice Jaime González. "Tiene guasa", bueno una risa debe estar pasando el Rey que ni te cuento. "Quiere meter en la olla al jefe de la tribu y dar vueltas alrededor de la perola". Chiquillo, que vas a asustar a Don Juan Carlos y no está el hombre para sustos. Ignacio Camacho se apunta a zurrar a los criticones de su majestad. "Somos muy ingeniosos para hacer chistes sobre escopetas", ay sí, se nos da fenomenal la verdad. "Nos pone el cotilleo de alcoba ajena", ya te digo, es superentretenido, y si la cosa acaba con uno de los protas postrado en la cama con un hueso roto mientras cazaba elefantes, ni te cuento, da un juego...
El País, poco dado a criticar a la Corona, encuentra su chivo expiatorio. El Gobierno, sí señor como lo oyen. "¿La responsabilidad última del viaje es exclusiva de La Zarzuela o está compartida con el Gobierno? Rajoy sabía que el Rey se iba de viaje Botsuana. Y no consta que hiciera ninguna gestión para convencerle de que esa salida podría ser inoportuna", dice con toda su cara.
La Gaceta, como si hubiera adivinado por dónde iban a ir los tiros de El País, le responde. "El Rey recibió el consejo de que el safari de Botsuana era improcedente" pero no hizo ni puñetero caso, y claro, Rajoy no le iba a encerrar bajo llave en su habitación, quedaba raro. Pero la abdicación, ni la tocamos. "No estamos por promover, ni san siquiera sugerir, un relevo dinástico, que ha de llegar cuando el Rey considere oportuno". O sea, cuando le dé la real gana.