Tras estar todo el día que si quiero un pacto con el PP, que si vamos a hacer un pacto... va el PSOE y vota en contra de una ley de Zapatero para controlar el agujero en la mano que tienen las CCAA, que ya es rizar el rizo. Se ha librado de grandes titulares en las portadas porque la presidenta argentina decidió ayer que le gusta Repsol y se lo queda.
Dice El Mundo que el PSOE actúa "de forma frívola e incomprensible" y "da la razón a Rajoy" cuando dice que no se cree nada de la oferta de pactos y diálogo del PSOE. El diario de Pedro J. dice que "el PSOE ha preferido arrojarse al monte y alinearse con IU en un discurso radical y demagógico". Y Victoria Prego nos cuenta un secreto. "La decisión del PSOE ha sido política", ¡no! "y fue tomada por Rubalcaba" -¡no fastidies!-.
Pedro J. también atiza a la presidenta argentina, que se ha quedado Repsol con una "jugada malévola" y le advierte que "se ha pegado un tiro en el pie", y eso es fatal. Y si no que pregunte a Froilán.
Jimenez Losantos echa chispas porque la prensa no ha hecho ni pajolero caso a lo de los 2.500 euros. "Casi nadie ha criticado la ocurrencia del Gobierno, que tras amnistiar fiscalmente a los criminales aprueba la prohibición de usar más de 2.500 euros en metálico. No evitará el fraude fiscal que el propio gobierno premia, pero aun si lo hiciera habría que oponerse, porque es nuestro dinero. Y nuestra libertad, so bobo". No teman, no lo dice por nadie en particular.
La Razón tiene un día genial porque puede liarse a tortas con el PSOE por "dar la espalda a España". Los buenos chicos del PP "apuraron los tiempos, se intentó negociar hasta el último minuto", pero nada, los pérfidos socialistas no se apearon del burro. Pero tiene suerte el PSOE porque en los editoriales quien se lleva la ración de tortas del día es la presidenta argentina. "El acoso del régimen peronista contra la compañía española es propio de una república bananera gobernada al estilo mafioso, no de una gran nación como es Argentina, a cuya prosperidad han contribuido nuestras empresas cuando nadie quería invertir allí". Desagradecidos.
ABC le ha pillado el gustillo a la portada en negro y titular corto para zurrar a algún mandatario extranjero. "Kirchner amenaza a España". Le parece de rechupete la contundencia de Soria diciendo que habrá consecuencias, pero le pide que "concrete", por favor. Carlos Herrera llora por España, ese "saco de deshechos históricos", esa "víctima del desafío de taberna, del eructo ideológico", esa "irresoluta e irreverente, perpleja y sabihonda" y clama por un acuerdo "entre verdes, azules, amarrillos y colorados, altos y bajos, rubios y morenos, ricos y pobres, empleadores y empleados, naturales e inmigrantes", que no está la cosa para chorradas. Qué candidez, Carlos, a tu edad.
Hermann Tertsch, sin embargo, está como unas castañuelas porque al de ERC no le han dejado estar delante cuando los hombres importantes del país se cuenten los secretitos. "¡Pobre Joan Tardá! Nos parte el corazón su grito desesperado", se relame. "Pedía desconsolado que le dejaran conocer los secretos del Estado español" y le han dicho que nanay. Y es que "Tardá es muy curioso, obsesionado por verle las enaguas a España y no le dejan". Disfruta Tertsch, disfruta de los pequeños placeres de la vida.
La Gaceta le echa un cable diplomático al Gobierno para tratar el asunto Repsol. "Kirchner nos quiere robar a los españoles". Y Ketty Garat baja del guindo a Carlos Herrera. "Se tienden la mano; pregonan que sus líneas están abiertas" pero "su pacto es no pactar. No les interesa (...) Nos engañan con paripés", ¿ves Carlos? Te lo dije.
El País no sabe no contesta sobre lo de Repsol y Argentina, hace mutis por el foro en sus editoriales y sale al rescate del PSOE. Qué solito se ha quedado. Da hasta penilla. "Gobierno y PSOE encallan al final en el pacto de estabilidad". El acuerdo "se frustró por el inmovilismo de ambos partidos", que conste. El periódico de Prisa, que lleva días que pacto por aquí, que si pacto por allá, parece desconsolado, aunque nunca hay que fiarse. "Es muy mala noticia", es que "les es imposible construir un acuerdo", córcholis. Eso sí, "si el consenso pasado fue mérito de los dos grandes partidos la culpa del disenso actual habrá que atribuirlo también a ambos" y si me apuras "en distinto grado, pues el partido del gobierno ostenta mayor responsabilidad", siempre que sea el PP, claro está.