"La izquierda frena al PP en Andalucía", dice con enorme satisfacción El País. "Éxito agónico", confiesa. Y extiende la responsabilidad a Rajoy. "Contra todo pronóstico, el desgaste del partido de Rajoy en solo cuatro meses le ha pasado factura". En cuanto al PSOE, ha recibido "dos premios mayúsculos para recuperar la autoestima". "Anoche, un gigantesco suspiro de alivio pareció salir" de Ferraz y se oyó por todo Madrid. A Arenas, por si no tuviera suficiente el pobre, le restriegan el fracaso. "No consigue dejar atrás la marca de perdedor". "Transitó ayer por ese camino, de derrota en dulce en derrota dulce, hasta acabar ingresado por grave subida de azúcar", se pone chistoso Fernando Garea. Y Griñán "salió eufórico porque ha vuelto del reino de los muertos", y eso siempre anima. "La izquierda resiste", titula el editorial. Ufff, por los pelos.
El Mundo menea la cabeza. "Andalucía no cambia", estos chicos, en fin, nada qué hacer con ellos. Pedro J. está triste. "¿Qué ha sucedido para que el PP haya estado tan lejos de sus expectativas? ¿Por qué se ha desmovilizado el electorado?". Intenta amargarle un poco la victoria al PSOE. "La continuidad de Griñán al frente del gobierno andaluz no es una buena noticia para Rubalcaba, con el que mantiene una envenenada relación", verás como ahora hacen las paces. Pero peor lo lleva Rajoy, "que difícilmente va a conseguir que Andalucía asuma los compromisos (...) Los resultados no van a ser nada favorables para la credibilidad de una política económica que puede ser torpedeada desde Andalucía". Casimiro García-Abadillo también está decaído. "El panorama se complica para Rajoy", dice, y le salva la cara a Arenas. "No solo no tiene alternativa en el partido, sino que sería injusto culpar al candidato del resultado obtenido", es mucho más justo colgarle el muerto al día que hacía, a que los andaluces son unos rojeras de cuidado, etc. "El 25-M ha sido como una bofetada de realidad para un partido que se creía instalado en la nube del éxito". Pues eso, catapúm.
ABC echa la culpa a que "los populares se enfrentan a una sociedad mediatizada por las servidumbres tejidas por el Gobierno autonómico y especialmente sensible al discurso del miedo a la derecha", que es que no tienen remedio. Álvaro Ibarra Pacheco no busca excusas y se deprime sin remedio. "Los resultados han sido una enorme decepción. Un sonado fracaso", qué porras. Y Félix Madero le muestra a Arenas el camino. "Ceder los tratos a otro. Es lo más decente, lo único sensato".
La Gaceta no se anda con paños calientes. "Arenas fracasa en Andalucía". "El gran cambio que se presumía en Andalucía al fin no se ha producido", dice Carlos Dávila. "Arenas, es lo lógico, no estará otros cuatro años en la oposición esperando que la famosa PSOE se termine degradando todavía más". Y le cae la del pulpo. "Quien no ha dado la talla ha sido el propio Arenas, con una estrategia excesivamente conservadora, poco arriesgada y contundente, carente de nervio (...) debería retirarse".
La Razón no se rinde y ve un "castigo al PSOE", eso sí, "insuficiente". Contentísimos dicen que "hay un camino a la derecha", que "el PP se convierte en la primera fuerza en Andalucía y en Asturias más de 230.000 ciudadanos" les votaron, que "la victoria de Arenas pone de manifiesto que una amplia mayoría de andaluces respalda el ambicioso programa de cambios que el PP ha puesto en marcha" y no comprende por qué Griñán "salió anoche con una sonrisa de oreja a oreja". Que el que no se consuela es porque no quiere, vamos.