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'El País' se deleita con "la herida" del PP y el veraneo de Rajoy

Viene la prensa hasta arriba de corrupción con Matas o la cocaína de los ERE, por poner algunos ejemplos.

Opina Pedro J. en El Mundo que la Justicia "ha puesto el listón muy alto" para los políticos con la condena a Matas. "La misma Audiencia en la que el instructor no ha querido llamar a declarar a la esposa de Iñaki Urdangarín para no estigmatizarla ha condenado a más de cinco años de cárcel a Matas como inductor de cuatro delitos de corrupción". Muy bien, muy bien, pero "si la Justicia sigue aplicando este listón habrá decenas de políticos que tendrán que ir a la cárcel", así que ya estamos tardando.

En la misma línea se pronuncia Jiménez Losantos. Fenomenal lo de Matas "si ha vulnerado la ley", pero tiene una espinita. "El aspecto grotesco de los políticos ovacionando al Rey en Cádiz para aliviarle su pena por lo de Urdangarín y la Infanta retrata el afán de impunidad de la corrupción política en el reinado de Juan Carlos I. Y es imposible hurtarse al paralelismo entre la severa condena a Matas y la muelle actitud de la Justicia con la hija y el yerno del Ovacionado (...) Esa ovación sonaba a prevaricación".

También cuenta El Mundo que Camps le ha concedido una entrevista a Telva. Dice el expresidente que tiene "un bagaje tan impresionante" que "está más preparado que nunca para ser presidente de la Generalitat o del Gobierno", o Papa de Roma, si me apuras.

La Gaceta no abre su portada con la condena a Matas, sino que lo relega a una columnita. Y es que no las tiene todas consigo. "Si el ex ministro y ex presidente balear cometió esos delitos, debe enfrentarse a su responsabilidad", pero le asaltan las dudas. "Cabe preguntarse si de no haber estado en manos del controvertido juez Castro, hubiera tenido un trato distinto". Ah, y otra cosita, apunta La Gaceta. "Habrá que esperar a que la Justicia llegue hasta el fondo en el caso de políticos de otro signo, como Blanco o Griñán".

El País no se pone tiquismiquis con otros casos de corrupción y se le ve disfrutar de lo lindo contando que "el PP trata de borrar todo rastro de Matas en la historia del partido", pero que "la herida del PP es profunda" porque "Matas era cercano a Rajoy y veranearon juntos". Y para ilustrar la información, una foto de 2006 con Rajoy, Camps, Matas, Aguirre y Barberá en un yate. ¿Ven cómo son todos del PP y eran amiguitos?, viene a decir. Claro, que en su relato quien se lleva la peor parte es El Mundo. "Matas amañó un concurso para contratar al periodista Antonio Alemany (...) que escribía discursos a Matas, al que luego ensalzaba en artículos para El Mundo", dice en portada. "Tres años para el periodista al que pagó y que le ensalzaba en El Mundo", dice en el subtítulo. Así de un vistazo, lo vuelve a contar hasta tres veces en el texto. Y por si no nos habíamos enterado todavía lo repite en editorial. Matas está acusado de entregar "de forma fraudulenta casi medio millón de euros del erario público al periodista Antonio Alemany para que le redactara sus discursos que luego este ensalzaba en medios propios o ajenos, como el diario El Mundo". ¿Se han enterado bien o se lo repito?

ABC, sin embargo, defiende al PP y a Rajoy con uñas y dientes. "El PSOE se ha lanzado contra Rajoy para exigirle responsabilidades", a quién se le ocurre. "Traer a colación unas palabras de Rajoy en 2004 alabando a Matas (...) daría pie a recordar a Rubalcaba la etapa de los GAL" o, sin irse tan atrás, "la investigación judicial sobre los ERE", así que más vale que se estén todos calladitos que no está el horno para bollos. Y le lanza a la cara de Urdangarín un titular que Público se moriría de envidia si viviera. "Las pruebas aportadas sobre Urdangarín son similares a las que han condenado a Matas". Que se vaya preparando.

La Razón también se pone en plan defensor, pero se siente generoso y tiene mimos para todos. La corrupción son "casos aislados", en el fondo los políticos son buenos chicos. "En su inmensa mayoría son personas de honradez sin tacha, con vocación de servicio público". Lo que pasa es que luego vienen las malas compañías y pasa lo que pasa. Y es que ya lo explica José Aguado. "Cuando llegabas a un cargo público en este país y te preguntaban qué hacer con el dinero sólo podías elegir entre dos opciones. A): se lo das a un amigo periodista para que cuente que eres el más guapo de la ciudad; B): lo utilizas para correrte unas juergas tremendas". O "C): las dos cosas". Pongan una cruz en la casilla que más les entusiasme. Y sólo vale una, sin trampas.

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