El ministro de Medio Ambiente de Zimbabue, Francis Nhema, ha pedido a las mujeres de su país que reduzcan el número de pelucas que usan, puesto que suponen un peligro para el medio ambiente y para la salud de los zimbabuenses.
Según Nhema, las pelucas o extensiones de pelo causan al menos la mitad de las obstrucciones de la red pública de alcantarillado, ya que sus usuarias suelen desecharlas en la calle y llegan hasta las cloacas.
"No deberían cambiárselas cada semana, porque suponen un riesgo para el medio ambiente y para nuestra salud", incidió el ministro en un discurso pronunciado durante un concurso de belleza el pasado fin de semana. "El medio ambiente depende de cómo nos deshacemos de nuestra basura", añadió Nhema.
Según informa EFE, el uso de las pelucas y de las extensiones de pelo, ya sea artificial o humano, está muy extendido no sólo en Zimbabue sino en toda África subsahariana, y pocas son las mujeres que optan por lucir su cabello natural.
Por ello, tales artículos se pueden adquirir incluso en supermercados y pequeños comercios, estos últimos, normalmente, propiedad de empresarios asiáticos. Las pelucas pueden costar desde unos pocos dólares hasta más de 100.