El Mundo habla de la "desfachatez" de los sindicatos por convocar manifestaciones el 11-M, que ya son ganas de armarla, ya. A Pedro J. le parece un "error" y cree que "el conflicto solo tiene una solución: que los sindicatos cambien la fecha". Y los sindicatos le han dicho que sí hombre, y perderse el puente del 18 de marzo, que ni hablar del peluquín. Fiel a la filosofía pedrojotesca de los últimos días de ni pa ti ni pa mi, dice el director de El Mundo que "sería tan injusto como demagógico identificar" al PSOE o a los sindicatos "con los actos de violencia", pero que también es verdad, qué caramba, que "las centrales y los dirigentes del PSOE deberían medir sus mensajes para no exacerbar los ánimos" y "no pueden tener una actitud ambigua frente a la violencia". Así que a ver si se portan bien y hacen "un ejercicio de moderación". Qué chiquillos estos.
Federico Jiménez Losantos no se anda con tantos paños calientes. "La violencia actual no es nueva. Desde hace un siglo, la tradición de la izquierda y, en particular, del PSOE es vivir entre la violencia y el parlamento: a menos votos, más violencia".
El País no dice ni pío de lo del 11-M, no vaya a ser que meta en un fregado, pero sale de uñas a defender al PSOE . "El PP atribuye las protestas a un plan del PSOE para incendiar las calles" y "se permite exigir a Rubalcaba que condene los actos violentos", qué desfachatez. En el editorial atiza al PP porque "una cosa es que parte de la derecha mediática confunda a la dirección del PSOE con extremistas y otra que sectores del PP agiten ese mismo coctel". Y para que no se diga, también le da una colleja al PSOE y le pide "prudencia a la hora de sumarse a demostraciones callejeras", no vayan a pasarse de frenada. "No sobra sangre fría en los momentos actuales, al contrario. La situación económica y financiera de España es lo suficientemente delicada como para dejar de echar gasolina al fuego", sermonea.
Y aquí se acaba tanto templar gaitas.
"Rubalcaba anima a manifestarse", dice ABC. Carlos Herrera, ni les cuento. "Pocas voces autorizadas desde la izquierda convocante han denostado, renegado o condenado la imagen de dos encapuchados de rostro anónimo asaltando una sucursal (...) Tamaña irresponsabilidad es significación del paso a través de la delgada línea que separa la protesta de la revuelta que han optado por dar individuos miserables de nuestra clase política".
Hermann Tertsch le pega un par de bofetadas a Rajoy a ver si le baja los humos. "La derecha se cree tan estupenda que no necesita la comunicación (...) Mucho de vanidad parece haber en estas ganas de querer distinguirse de los socialistas, que asaltaron RTVE al día siguiente de ganar las elecciones" y permitirle ser "un foco permanente de agitación en contra de su política". Hombre, un poco pardillos sí que son. Rajoy "desprecia esta anomalía, probablemente también por ese desdén que tanto se le nota hacia los medios" así que listillo, le avisa, si pierdes Andalucía, "se deberá a esa arrogancia que es muy propia de la derecha, pero que aquí parece ir adobada por un toque de vanidad personal".
La Razón les pega un bofetón a los sindicatos con un sencillo, breve y conciso titular. "Los sindicatos agravian a las víctimas del 11-M para irse de puente". Marhuenda comienza el editorial muy templado. "Queremos creer que la sensatez y el buen criterio acabarán imponiéndose y que los líderes sindicales elegirán otro día", pero va calentándose a medida que se da cuenta de que no le van a hacer ni caso. Son "miles de liberados que solo trabajan cuando hacen huelga o salen de manifestación (...) un mínimo de decencia y de consideración", leche.
En La Gaceta, Carlos Dávila se lía pim, pam, pum con Rubalcaba. "Está utilizando televisión española del mismo modo que usó la SER entre el 11 y el 14 de marzo de 2004: directamente para alentar la subversión. Está vengándose del tremendo varapalo que el 20-N le atizamos los españoles en la urnas (...) Es el guión de la agitación callejera que siempre han manejado los socialistas cuando han perdido las elecciones". Rubalcaba quiere "conseguir con pedradas lo que no pudo conseguir con votos". ¿A que es como ir de mani?
Sólo en Público tenemos la visión de la izquierda sobre la protesta del 11-M. Nos la da Ignacio Escolar, que aun sigue por allí, y dice que no es para tanto. "Todo vale ya contra los sindicatos". Venga, venga Escolar, si están como unas castañuelas desde que ha ganado el PP, les ha dado la vida, les ha devuelto la alegría de vivir, les ha sacado de la modorra con los socialistas.