Agentes de la Policía Nacional han detenido a los nueve trabajadores de un prostíbulo de Madrid como presuntos autores de varios delitos de estafa y hurto, acusados de sedar con drogas en las consumiciones de los clientes y aprovechar su estado de debilidad para robarles, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Los arrestados desempeñaban una tarea específica en el local y se organizaban para atraer a la clientela en la calle mediante el reparto de flyers. Una vez en el interior, y en un momento de descuido de la víctima, echaban un sedante en su consumición. Posteriormente, aprovechaban el estado de somnolencia para copiar su número CVC o falsificar la firma y así hacer diversos cobros en las tarjetas de crédito sin su consentimiento. De esta forma, los ladrones podrían haber robado hasta 8.000 euros.
La investigación comenzó el pasado mes de noviembre cuando, a raíz de varias denuncias, los agentes tuvieron conocimiento de la actividad ilícita que se desarrollaba en un local situado en los bajos de Azca de Madrid.
En todos los casos, las víctimas manifestaron a los agentes que habían consumido alguna bebida en el local y, en un momento determinado, habían empezado a notar una sensación de cansancio y somnolencia. Incluso uno de los denunciantes relató que, en un momento determinado, se confundió de copa y una de las prostitutas se puso nerviosa y le gritó que no se equivocara.
Al retomar la consciencia, comprobaban que les habían realizado una serie de cargos con sus tarjetas de crédito sin su consentimiento ni conocimiento.
Toda la ilícita actividad era coordinada por Pedro F. C., de 55 años, quien era el cabecilla de la organización, propietario del local y titular de la cuenta bancaria donde se dirigían todos los pagos realizados en el puticlub.
Un potente relajante
Con toda la información obtenida, los investigadores establecieron el correspondiente dispositivo operativo para inspeccionar el local y lo llevaban a cabo durante la madrugada del pasado día 10. Allí detenían a nueve personas, entre ellos el dueño, el encargado, el tarjetero, los camareros y varias prostitutas.
Según informa Europa Press, los policías intervinieron a una de las prostitutas numerosas cápsulas de un medicamento que, suministrado en altas dosis, origina efectos sedantes al tratarse de un potente relajante muscular. Era la sustancia que utilizaban para doblegar la voluntad de los clientes.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Tetuán, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.