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El chófer de Ruiz-Mateos cuenta los "encargos" del jefe: "Es un auténtico traidor"

Víctor de la Cruz, chófer del creador de Rumasa durante dos décadas, asegura que espió a banqueros y hasta trató de robar un sumario del Supremo.

"El jefe me pedía que siguiera al presidente de un banco y que le hiciera fotos con su querida... así me convertía en paparazzi". Son declaraciones del hombre de confianza de Ruiz-Mateos a Crónica del diario El Mundo. Se siente traicionado por el hombre al que ha dedicado su juventud, y por eso responde desvelando algunos de los encargos del empresario. Está enfermo del hígado, atrapado en tres causas judiciales, y hace más de un año que no cobra. Fue despedido sin indemnización, y tampoco cobra el paro porque jamás le dieron de alta en la Seguridad Social.

"Es un auténtico traidor. Es una persona con una imagen católica, apostólica y romana, pero de mentira, porque es capaz de estafar a la propia Iglesia". En 1989, cuenta el suplemento, De la Cruz escribió a Ruiz-Mateos pidiéndole un empleo. Para su sorpresa, el empresario le recibió en persona, pero le dijo que también "tendría que luchar por la causa".

Fue chófer, guardaespaldas, asistente personal, y también mano ejecutora de algunos encargos especiales. "De repente, el jefe te pedía que siguieras al presidente de un banco importante durante todo el día para hacerle fotos con su querida". Luego, relata, "ibas a la oficina del banquero, le dejabas el taco de fotos y ya. Al día siguiente le llamaba el jefe".

Llegó, incluso, a encargarle que robara el botafumeiro de Santiago. "Fue antes de una visita de Felipe González por el Xacobeo. Nos colamos en la catedral y fichamos los movimientos del botafumeiro. Un día, después de la última misa, lo cogimos, pero estaba ardiendo y pesaba una barbaridad... Lo escondimos en un trastero, pero lo detectaron por el humo".

Respecto al robo del expediente de Nueva Rumasa del Supremo, cuenta que introdujeron a una persona el viernes, y le iban guiando desde el exterior con un walkie. "Pero pillaron al tipo, le hicieron seguir el juego y el lunes nos estaban esperando...". Los otros dos implicados fueron a la cárcel, y De la Cruz se libró "por los pelos". Ése encargo fue el que hizo que Ruiz-Mateos se declarase "padre adoptivo" de su chófer.

Dice De la Cruz que no estaba al tanto de que no estaba cotizando en la Seguridad Social. "Nunca pensé eso, porque entrar en Nueva Rumasa era como ser funcionario. Pensaba que me iba a quedar para siempre". El patrón, incluso, le pagaba la letra de un loft en cuya rehabilitación De la Cruz invirtió sus ahorros. Ahora no le paga la letra y se acerca el desahucio.

Dejando de lado los delitos, de la Cruz también fue utilizado por Ruiz-Mateos como firma y testaferro. Hoy, le piden seis años de cárcel por estafa en la compraventa de Garvey, y por la gestión del Rayo Vallecano. "Este hombre te engancha. Tonto no soy, no me pusieron un puñal en el pecho... Yo me divertía con encargos como hacer seguimientos.".

Asumió la responsabilidad de autorizar presuntos impagos a Hacienda. "Durante años, el jefe vivió en una habitación del Hotel Cuzco. La entrada estaba llena de prostitutas africanas. Pues alguna de ellas ha acabado de consejera o administradora de la familia". Es más, en este sentido, asegura que "es un guarrón. Por su habitación pasaban mujeres de todo tipo a consultar, a entretener, pedir favores...". 

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