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LA PRENSA DE UN VISTAZO

Un "cacique cabreado" desata la ira de ‘Público’

El almuerzo de Rubalcaba y Rajoy, ni chicha ni limoná, así que la prensa derrocha literatura con las dos Sorayas.

El Mundo nos presenta hoy a un Rubalcaba majísimo, que "apoya a Rajoy frente a la intransigencia de Bruselas". Miren si fue buena gente, que Pedro J. lo aplaude porque "no cayó en la tentación" de aprovechar "la confusión originada por la noticia de Reuters" que la agencia se debió sacar de la manga. A Victoria Prego hasta le ha seducido por el olfato y se deshace en lisonjas. "El aroma político que Rubalcaba emitió ayer fue de seriedad, de pocos experimentos con las cosas importantes". Cómo sería el buen rollo que "si apostáramos a que Rajoy se quedó tranquilo después de hablar tan largamente con él y de fumarse un puro al alimón con él, no perderíamos".

Examina El Mundo el primer encuentro de las dos Sorayas en el Congreso y dice que "Soraya golpea a Soraya" pero David Gistau se ha enamorao y discrepa. La "voz radiofónica" de la Soraya socialista "te hace sentir como una cobra hipnotizada", dice. ¿Y cómo será eso?, se preguntarán los que no tienen corazón de poeta. Pues más adelante se baja de las nubes y se explica: "Vaya, que empezó muy bien".

El pescozón de Pedro J. le toca hoy a Rosa Díez, que "fue injusta al decir que a lo que el ministro llama prudencia ella podría llamarlo cobardía". Mucho más condescendiente con el PP, del que "no hay por qué desconfiar en este asunto", aunque "nunca está de más una voz que alerte contra los cantos de sirena que ya han confundido antes a otros", que ya se sabe que los del PP son muy tontos, unos inocentones bienintencionados, y les engaña cualquiera.

ABC no es tan afectuoso con Rubalcaba. "La reunión de ayer no debería conducir a espejismos", que ya nos conocemos, y se desentiende de la caridad cristiana y no le perdona lo de Reuters. "El PSOE busca hueco en la discordia amplificando las informaciones falsas sobre la realidad del déficit". Sobre el Soraya contra Soraya, también tiene su aporte literario. "Hubo nervio, estocadas en profundidad, fines y defensa cerrada por ambas partes". Isabel San Sebastián se encarga de amargarnos el café con el susto del día. "El estado del bienestar ha reventado (...) Se acabó lo que se daba (...) De donde no hay no es posible sacar (...) Nos lo hemos gastado todo". Oh Dios, ¿pero todo eso ha pasado esta noche? Yo me voy corriendo al súper.

Para El País tampoco fue para tanto el idilio entre Rubalcaba y Rajoy. "La reforma laboral será el campo de batalla del PSOE con el Gobierno" y "el decreto lleva la crispación al Congreso". Claro que "de momento al gobierno le sirve de burladero la gestión de Zapatero. Eso da para muchos meses", dice. Es que no se les pasa lo de Zapatero, no se les pasa. Como periódico serio que es, se refiere a las Sorayas como "Santamaría y Rodríguez", que vaya falta de respeto. Ya en el texto se desmelena. "A un lado del hemiciclo, Soraya de Valladolid. Y al otro también".

La Razón no le da ni agua a Rubalcaba. "La oposición útil de Rubalcaba: a la calle contra las reformas". Y es que no se fía ni un pelo. "El discurso de Rubalcaba fue correcto. La duda es que no casa con los primeros pasos de su oposición". Carmen Gurruchaga se levanta hoy con ganas de tocar las narices y Rubalcaba le viene al dedillo. "Ha pisado Moncloa y aunque le hubiera encantado ser él el anfitrión (...) se ha visto obligado a hacerlo en calidad de invitado, porque los españoles prefirieron que el nuevo inquilino fuera Mariano Rajoy". Ya Carmen, ya habíamos caído.

Tampoco La Gaceta ha visto mucha chicha en la reunión. "No hay acuerdo ninguno. La expectación provocada por este encuentro se ha saldado con la desilusión de que todavía no hay nada decidido". Carlos Dávila reacciona hoy al "bulo desleal" de Reuters y le da un consejo a Rajoy. "No se pararon en barras. Lo lógico sería que Rajoy retirara la confianza a Almunia".

Público nos da un pedazo de notición. "El 15-M se suma a las movilizaciones" contra la reforma laboral. Bueno, contra cualquier cosa, qué más dará. Aunque la indignación del periódico de Roures viaja hoy a Valencia. Resulta que ayer la diputada de Compromís Mónica Oltra fue expulsada del Parlamento valenciano por llevar una camiseta que decía "no nos falta dinero nos sobran chorizos". "Cotino expulsa a Oltra por una camiseta", dice Público muy ofendido. Oltra se queja en el periódico: "No me da la gana vestir de Carolina Herrera como las diputadas del PP", pues claro que no hombre, eso es de fachas. Casandra explica el malentendido. "La camiseta se la había regalado su madre" pero el mal pensado de Cotino, que creyó que era por Gürtel, "se sintió aludido y la expulsó. Así, sin más, en un arranque de cacique cabreado". Qué susceptibilidad, por Dios, pero si era evidente que se trataba de un anuncio de su mamá para que los diputados supieran que en su casa regalaban chorizos y se pasaran a recogerlos.

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