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El arzobispo de Granada reclama cambiar la mentalidad de "pueblo subsidiado"

"Hay que cambiar la mentalidad de ser un pueblo subsidiado, que siempre busca la solución en que me solucionen otros el problema".

RIPA dijo el día 8 de Febrero de 2012 a las 16:12:

Es evidente, señores funcionarios, (yo también lo he sido), que ustedes tienen sus méritos, aunque no siempre se haya obtenido una plaza de manera limpia. Hablando claro, ello es la excepción.
Max Weber vio que la burocracia acabaría devorando al estado y poniendo la sociedad a su servicio, por más que el funcionariado no sea otra cosa que un instrumento de los políticos. Pero no lloren, por favor. Si hay tanta demanda, es porque a pesar de sus gimoteos, ser funcionario es una bicoca.
Y no es un síntoma positivo, sino todo lo contrario. que la juventud prefiera vegetar y adocenarse en un puesto seguro, que arriesgarse y crear y, en todo caso, remover los obstáculos que se le anteponen en una sociedad muerta, y que le impiden crear y contribuir a la riqueza de la nación con sus talentos.

Izia dijo el día 7 de Febrero de 2012 a las 09:09:

Este señor habla como si ser funcionario fuera ir al organismo de turno y que te den el puesto, debería de saber que ser conseguir una plaza de funcionario lleva un trabajo muy duro detrás, muchas horas de estudio y sacrificio para realizar un trabajo, para toda la vida por ahora eso sí, pero muy mal pagado. No creo que sea la persona más indicada para hablar de trabajo y esfuerzo.

Dumont dijo el día 6 de Febrero de 2012 a las 23:31:

¿Habrá que confesarse de ser funcionario? No me parece lógico, el funcionario tiene en España, en la práctica y salvo alguna excepción, voto de pobreza. El de obediencia se le supone, porque el político - que es el que le manda y ordena- si no obedece tiene poderosísimas palancas para obligarle. De modo que sólo le falta el voto de castidad para la humjildad monástica. Y, desde luego, los funcionarios no son los que más pecan por ese lado, no hay más que ver la secciones periodísticas que se ocupan del tema.

De modo que el ataque a la función pública de su eminencia no se comprende. Los funcionarios, los artesanos, las prostitutas etc. etc son todos hijos de Dios y herederos de su Reino. Y el obispo se ha de ocupar de difundir la buena nueva y esas cosas.

No me parece que en un tema tan mundano como la elección de profesión las palabras de un obispo sean más autoridad que las de un fontanero.

Hay muchísimo de que hablar en la sociedad actual para que un obispo emplee sus intervenciones ante la opinión pública en estas cosas olvidando la secularización de la sociedad, la extensión de diversos vicios, el diario crimen del aborto etc. En esos temas si hay que seguir al obispo, hablo del Pueblo de Dios, claro

Bruckner dijo el día 6 de Febrero de 2012 a las 22:10:

Me parece que tiene toda la razón del mundo.