El fallo de ese cuadro es el error de Cezanne de valorar con la misma intensidad el brillo de la botella, las cartas y la pipa de porcelana del jugador.
¡Hala, blanco puro del tubo para todo y... a cobrarrrr!
Hay que ser muy ignorantes para pagar esa millonada por ese cuadro.
¿Cuanto habría que pagar por un Goya o un Velazquez?
Un cuadro con juego de cartas y con botella de alcohol-posiblemente absenta- en manos de musulmanes...???
Espero que tomen ejemplo, que sus súbditos beban cerveza y rioja sin control y que se inflen de chorizo y jamón hasta reventar.
Entonces, sólo entonces, es posible que se salve el mundo de ésos bárbaros beduinos.
Que verguenza que este arte EUROPEO acabe en las manos de los analfabetos islámicos del petrodolar.
Es una metáfora del presente y el futuro, China y el Islam dueños de Europa.
Por favor, ¡¡ningún cuadro vale éso!!...