Y para ello, resucita el tema de las deudas del Estado con la Comunidad Andaluza, copia del método político de la confrontación que puso de moda Manuel Chaves nada más acceder al gobierno José María Aznar en 1996. Ahora, José Antonio Griñán reclama por carta al Gobierno, vía consejera Martínez Aguayo, 1.379 millones pendientes.
La carta se ha dirigido a Cristóbal Montoro y reclama el pago de un dinero comprometido por los anticipos de financiación autonómica correspondiente al ejercicio de 2011 y que estima en 1.379 millones de euros, "sin perjuicio de una mejor cuantificación". A esto llama el PSOE "acoso a Andalucía".
Según El País, en la misiva la consejera previene al ministro de Hacienda de que dicha cantidad está pendiente de pago para que no se tenga en cuenta en el reajuste de la liquidación que el Estado debe hacer a la Administración autonómica andaluza en las transferencias pendientes ni en la parte que le corresponda por la subida del IRPF y las demás medidas de ajuste aprobadas por el nuevo Gobierno. Los 1.379 millones de euros, entiende la Junta, "deberían ser objeto de un tratamiento que no suponga un perjuicio en la rendición de cuentas de situación de la comunidad autónoma".
La reclamación de la Junta, sentencia el diario de Prisa, constituye un nuevo capítulo en el enfrentamiento que mantiene con el Gobierno por la situación de las cuentas de la Administración andaluza. Javier Barrero, vicepresidente del Congreso, anunció ayer que el PSOE ha pedido la comparecencia en la Cámara de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y de Cristóbal Montoro para que expliquen el "acoso a Andalucía" desde el ejecutivo de Mariano Rajoy. Recuérdese que el gobierno apenas lleva un mes en funciones y que sólo quedan dos meses para la celebración de las elecciones andaluzas.
El PSOE reprocha a la vicepresidenta que el pasado viernes en la comparecencia para informar de los asuntos tratados por el Consejo de Ministros dijera que el Gobierno ve "con mucha preocupación las noticias" sobre las cuentas de la Junta. Barrero ha recordado que la deuda por habitante de Andalucía es la más baja de España, apenas 1.300 euros frente a los 3.100 de media nacional.
Dudas sobre la contabilidad de la Junta
Pero el PSOE no ha explicado las instrucciones contables de la Junta de Andalucía, motivo de preocupación en el gobierno, mediante las que puede oscurecerse el importe del déficit andaluz en 2011.
Hace unos días, se publicó en ABC que la Junta de Andalucía, además de suspender la contabilidad de las facturas pendientes, manda devolverlas al departamento de origen. En un nuevo correo electrónico que se mostraba la Junta ordenaba que "las intervenciones receptoras de expedientes suspendidos en su contabilización por las razones expuestas anteriormente deberán proceder finalmente a su simple devolución al gestor correspondiente". Por si fuera poco, esta devolución se hace automáticamente e informáticamente, por lo que cabe deducir que no se devolverán sólo las facturas que presentes incidencias, sino todas. Por tanto, la Junta había dado al orden de suspender la tramitación de los expedientes desde el momento en que se recibiera el correo electrónico el presente correo hasta el 20 de enero", fecha de cierre del ejercicio 2011.
Dicho de otro modo, hasta dia hoy 20, día en que legalmente se cierra la contabilidad de 2011 la Intervención ha ordenado devolver a su origen las facturas que estaban en "obligación de pago" y proceder a su "rechazo informático". O sea, no formarán parte de los gastos de 2011 que, por tanto, se oscurecerán.
La medida parece un "truco contable" que "no tiene precedentes" en la Junta de Andalucía, ya que lo que se ordena "no es rechazar las facturas, sino que no se continúe con el trámite". Lo que se pretende es "traspasar el déficit de un año a otro" sin tener en cuenta el perjuicio que esto generará en los proveedores que están a la espera del cobro de facturas que son legales.
Por si fuera poco, la paralización afecta también a miles de expedientes de subvenciones, incluso a ayuntamientos que dependen de ellas para poder hacer frente a las nóminas de sus empleados. Y dejan claro el propósito y el método añadiendo: "Lo normal era que al final del ejercicio se agilizaran los pagos para cerrar la contabilidad. La situación nueva es que todo eso, en vez de salir con celeridad, está saliendo pero para atrás".