Durante este jueves por la tarde, la efigie de Azaña ha sido trasladada hasta el vestíbulo de la Segunda Ampliación del Congreso, y ha quedado expuesta en el lugar que ocupaba otra estatua, la del exministro socialista catalán Ernest Lluch, asesinado por ETA en el año 2000, según ha comprobado Europa Press. Ésta última se ha desplazado unos metros, pero permanece en el mismo espacio, aunque más cerca de la puerta de la sala del congreso que lleva el nombre de Lluch.
La secretaria tercera de la Mesa del Congreso, la socialista Teresa Cunillera, ha expresado su "sorpresa" al enterarse de estos cambios de ubicación y ha adelantado que pedirá cuentas sobre los mismos en la próxima reunión del órgano de gobierno de la Cámara.
Según ha explicado, en el encuentro que mantuvo la Mesa este martes no se trató esta cuestión, de la que tampoco se había informado al Grupo Socialista. Cunillera admite que el PP tiene mayoría en el órgano de gobierno y puede hacer lo que determine oportuno, pero considera que eso no debe ser un "impedimento" para que el grupo mayoritario actúe con un "mínimo de cortesía".
"Tomamos nota"
"Además del cambio de sitio de la estatua de Azaña, nos hubiera gustado que nos hubieran comunicado la decisión de desplazar también la estatua de Lluch para, cómo mínimo, poder dar nuestra opinión", se ha quejado Cunillera, quien no obstante, ha dicho que los socialistas "toman nota" de que esta "va a ser la manera de trabajar" del PP.
Cunillera no ha entrado a valorar si el nuevo emplazamiento del busto de Azaña es estéticamente mejor o peor que el anterior puesto que aún no ha podido verlo, pero sí ha apuntado que la época en la desarrolló su actividad parlamentaria el presidente de la Republica "tiene poco que ver con el edificio de ampliación".
Bono la colocó hace unas semanas
El busto de Azaña sólo ha permanecido 23 días en el lugar en el que lo colocó Bono, que quiso darle una relevancia especial y ubicó su efigie en el Vestíbulo principal del Palacio de la Carrera de San Jerónimo. El pasado 28 de noviembre, cuando lo inauguró, Bono ya avisó al PP, aunque sin citarle, de que cambiar la ubicación de la escultura del republicano sería "deshonrar la memoria de la libertad".
Según ha recordado Cunillera, Bono sí comunicó al resto de los miembros que entonces conformaban la Mesa que colocaría la estatua frente a la de la Reina Isabel II y que, en este momento, nadie puso reparos. Después, ya fuera de la reunión, los 'populares' si expresaron su queja sobre el lugar elegido.