La Gaceta cuenta novedades sobre el Faisán. "Garzón matuvo dos reuniones con Zapatero en la semana del chivatazo". Carlos Dávila pone en aprietos a Rajoy. "El Gobierno decidió colaborar con ETA para no detener a los autores del chantaje". Está tan indignado que no sabe "qué nombre colocar a este comportamiento. ¿Bochorno, desvergüenza, infamia, traición?". Al final concluye que todos juntitos le vienen al pelo. "Rajoy comienza hoy su etapa presidencial y quedaríamos defraudados si lo que ha sido una de las preocupaciones de su partido, el esclarecimiento del Faisán, quedara ahora nublado o por el déficit o por el paro", así que a ver si tiene un ratito. "Queremos la verdad. ¡Ah! Y que paguen los autores de la fechoría".
Por si a Rajoy se le ocurre hacerse el sueco o no sabe por dónde empezar, Jiménez Losantos le da pistas en El Mundo. "Si la colaboración con ETA se decidió en La Moncloa, constará en los papeles de la policía y el CNI. Señor presidente, desclasifíquelos".
Dice El Mundo que "Rajoy hará de la austeridad su palanca contra la crisis". Pedro J. le pide un "discurso sólido, claro, valiente y sincero", y como a Rajoy "le gusta subrayar que llegará a La Moncloa y actuará sin ser prisionero de ningún grupo de presión o de interés", pues "desde esa misma independencia de criterio, le pedimos que actúe en consecuencia y exponga con audacia y valentía lo que él crea que es mejor para los intereses de nuestro país. Solo así podrá ganarse la confianza". También tiene unas lpalabritas para Rubalcaba, que lo tiene mucho más chungo porque no solo se enfrenta a Rajoy sino también "a los ojos atentos de todo su grupo parlamentario". Con este panorama que le espera "está descartada una intervención agresiva o que provoque crispación". Ese derroche de generosidad no es porque se haya vuelto un dechado de virtudes, sino porque el proceso de investidura "está decidido de antemano y Rajoy saldrá elegido presidente" sí o sí, así que para qué liarse la manta a la cabeza antes de tiempo con la que le espera en casa.
El País vaticina un "discurso duro para justificar sus recortes". Escarmentado en cabeza ajena con lo que le pasó a Zapatero por "dulcificar" la crisis y andarse con florituras, "Rajoy cree básico decir la verdad desde el principio para no quemarse enseguida". Y por cierto, ¿qué será de Zapatero? Pues poca cosa. Dice Aizpeolea que "se aleja de la vida pública. No participará en el debate político nacional ni en los del PSOE. Renuncia a tener un jefe de prensa y quiere centrarse en el Consejo de Estado". Vamos, lo que ya nos dijo él mismo, a supervisar nubes. Cuenta el periodista que el todavía presidente ha puesto la otra mejilla con El País. Después de aguantar que le dieran tortas hasta en el cielo del paladar, resulta que "su último acto público fue un homenaje póstumo a Javier Pradera, columnista de este diario, y a través de él al papel de El País en la transición (...) Un gesto (...) dirigido al diario que desde su nacimiento y durante muchos años fue para el presidente del Gobierno su medio de comunicación de referencia". Encima recochineo.
La Razón también dice que Rajoy anunciará "un recorte del gasto público y de altos cargos". Dice Belén Bajo que "la fatalidad y el miedo (...) se ha instaurado en la vida de todos", así que le parece "un chiste sin gracia escuchar a Rubalcaba decir que hoy demostrara que el PSOE y el PP no son lo mismo. Eso ya lo dijeron los españoles hace un mes". Así que en estos tiempos aciagos, César Vidal recuerda con nostalgia a Aznar, que "logró que España tuviera en la UE un peso mucho mayor del que nos correspondía (...) Así podía haber seguido la situación de no ser por ZP y su recua de incapaces". No mires al pasado, César, ¿qué bien puede reportarte?, ya le dijo Escarlata a Ashley.
En ABC "Rajoy descubre sus armas", que son "la cautela, la prudencia y el sentido común". "La seriedad y el rigor con el que se comporta Rajoy apuntan a que su discurso no será de trámite". En cambio, Rubalcaba esta agazapado para tirarse a la yugular de Rajoy. Ha anunciado una oposición de amiguetes, pero ABC no se cree nada. "La apariencia buenista de este compromiso se desmoronará en cuanto la izquierda experimente con toda su crudeza la masiva pérdida de poder". Que no sea lelo Rajoy, "la estrategia de tensión tendrá un paréntesis hasta que el PSOE recomponga sus filas" y entonces, ay entonces, "la tentación de enfrentar al gobierno de Rajoy con la calle le será tan atractiva como lo fue en la legislatura de 2000-2004". Que la cabra siempre tira al monte, viene a decir. También cuenta ABC que los duques de Palma no vuelven a casa por Navidad. "Doña Cristina e Iñaki Urdangarín tenían previsto haber viajado a España desde Washington la semana pasada pero finalmente no lo hicieron (...) A nadie se le escapa que la presencia de Urdangarín en la mesa familiar hubiera sido muy incómoda para todos". ¿Cómo? De eso nada. Aquí a aguantar al suegro y la cuñada como todo españolito que se precie el día de Nochebuena. Menudo morro.
Y Público acerca a la infanta al banquillo. "Infanta, esposa, pero también socia". "El caso se está acercando peligrosamente a la Infanta Cristina, que no goza de la inviolabilidad que la Constitución garantiza a su padre". De Rajoy, insiste en no cambiar el titular desde hace meses. "Rajoy pedirá hoy su investidura sin aclarar los recortes que plantea". Pesadillos, ¿verdad? Compensa con su gran sentido del humor. "Rubalcaba intentará explicar que los socialistas tienen formas muy diferentes para afrontar la crisis". Tienen una guasa, estos chicos.