Ya sabemos todos que Alfonso Ussía es "de profesión: lameculos" (de la monarquía, claro).
Y yo me pregunto: ¿para qué carajo queremos una monarquía que, efectivamente, no gobierna, que es pura decoración y que - se diga lo que se diga - supone un gasto enorme para el erario? Zapatero era nefasto, de acuerdo, pero al menos PINTABA ALGO, aunque fuera para mal. Juan Carlos NO PINTA NADA.
CostaDor: deja en paz al Caudillo. Además, tú, que pareces tan monárquico, tienes que saber que a tu querido Juan Carlos lo puso ahí Franco y nadie más que Franco. Un poco de respeto, por favor.
Que levanten la mano los idiotas que piensen que la Reina Isabel II de Inglaterra gobierna en el Reino Unido de la Gran Bretaña y del Norte de Irlanda.
Pues lo mismo pasa con nuestra Monarquía Parlamentaria del Reino de España.
Es que hay algunos que no se enteran de qué es una democracia y aún piensan que estamos en los tiempos del Caudillo, con un Jefe del Estado con la vara del "Ordeno y mando".
¡Pesados e ignorantes! Quien gobierna es el gobierno de turno, nos guste o no nos guste. El Rey acata y sanciona; y pone buena cara, aunque piense que la estamos otra vez cagando, con nuestro habitual espíritu cainita.
Demóstenes, desde la Costa Dorada.
Totalmente de acuerdo con chinato.
Ussía tiene toda la razón. Ahora en Alemania se ha descubierto otro escándalo del presidente, quine por no hacer nada cuesta mucho más que la Monarquía en nuestro país. Mientras tanto siempre sale algún indocumentado que quiere dar lecciones...
Egnacio
Si quieres pagar mucho más por algo que es mucho peor, pues allá tú.
Al Sr. Ussía.
Soy universitario y liberal. He votado al PP (no quedaba otra opción) y no soy, ni por edad ni por tradición, defensor de la I ni de la II república ni corifeo de nadie. He crecido y he madurado como ciudadano Español prácticamente con la Monarquía, aceptada de buen grado por lo que suponía de apuesta por un futuro más democrático, más justo y más digno para España.
Pero la Monarquía como institución me ha decepcionado: no ha servido para lo único que podría justificarla pese a su anacronismo y a su incompatibilidad con el más elemental sentido de la igualdad de oportunidades y la igualdad de todos ante la ley: la unidad y la unión de España y de los Españoles y servir de modelo y de ejemplo de español. Objetivos éstos que tras casi treinta años de diecisiete reinos de taifas y de contemporizaciones y chascarrillo simpáticos con el nacionalismo y de casos y casos de corrupción en las instituciones, han resultado un estrepitoso fracaso. No sé si otro tipo de jefatura del estado hubiese logrado algo distinto, pero lo cierto es que éste no lo ha conseguido y "para ese viaje no se necesitaban alforjas".
Por otra parte, el Titular ha tenido comportamientos políticos y económicos que me han parecido reprobables. Y eso a pesar de estar absolutamente protegido por la prensa yla casta política y de ser intocable por el poder judicial.
El caso Urdangarín es la gota que colma el vaso y, sí, probablemente la excusa o el único asidero que algunos ven para poder acercarse a un cuestionamiento público de la institución monárquica y de quienes la personifican. Lo que se está publicando de este caso es tan escandaloso, tan asqueante, tan burdo... que pretender que no salpique a quien como jefe del estado tiene la mejor posibilidad y la obligación de enterarse de lo que está pasando y, en este caso, ponerle freno a su debido tiempo y no cuando la opinión pública lo está poniendo contra las cuerdas.
Respeto sus opiniones, admiro inceramente su capacidad para la prosa y el verso, que para mí las quisiera, puedo compartir, probablemente, algunos de sus planteamientos políticos o sociales, pero creo que en este asunto le falta objetividad. En cualquier caso sus opiniones al respecto no son, puede usted estar seguro, más valiosas que las de muchos de aquellos que pensamos que España no necesita una monarquía ni debe tolerar determinados comportamientos.
Un saludo.
Al Sr. Ussía.
Soy universitario y liberal. He votado al PP (no quedaba otra opción) y no soy, ni por edad ni por tradición, defensor de la I ni de la II república ni corifeo de nadie. He crecido y he madurado como ciudadano Español prácticamente con la Monarquía, aceptada de buen grado por lo que suponía de apuesta por un futuro más democrático, más justo y más digno para España.
Pero la Monarquía como institución me ha decepcionado: no ha servido para lo único que podría justificarla pese a su anacronismo y a su incompatibilidad con el más elemental sentido de la igualdad de oportunidades y la igualdad de todos ante la ley: la unidad y la unión de España y de los Españoles y servir de modelo y de ejemplo de español. Objetivos éstos que tras casi treinta años de diecisiete reinos de taifas y de contemporizaciones y chascarrillo simpáticos con el nacionalismo y de casos y casos de corrupción en las instituciones, han resultado un estrepitoso fracaso. No sé si otro tipo de jefatura del estado hubiese logrado algo distinto, pero lo cierto es que éste no lo ha conseguido y "para ese viaje no se necesitaban alforjas".
Por otra parte, el Titular ha tenido comportamientos políticos y económicos que me han parecido reprobables. Y eso a pesar de estar absolutamente protegido por la prensa yla casta política y de ser intocable por el poder judicial.
El caso Urdangarín es la gota que colma el vaso y, sí, probablemente la excusa o el único asidero que algunos ven para poder acercarse a un cuestionamiento público de la institución monárquica y de quienes la personifican. Lo que se está publicando de este caso es tan escandaloso, tan asqueante, tan burdo... que pretender que no salpique a quien como jefe del estado tiene la mejor posibilidad y la obligación de enterarse de lo que está pasando y, en este caso, ponerle freno a su debido tiempo y no cuando la opinión pública lo está poniendo contra las cuerdas.
Respeto sus opiniones, admiro inceramente su capacidad para la prosa y el verso, que para mí las quisiera, puedo compartir, probablemente, algunos de sus planteamientos políticos o sociales, pero creo que en este asunto le falta objetividad. En cualquier caso sus opiniones al respecto no son, puede usted estar seguro, más valiosas que las de muchos de aquellos que pensamos que España no necesita una monarquía ni debe tolerar determinados comportamientos.
Un saludo.
Al Sr. Ussía.
Soy universitario y liberal. He votado al PP (no quedaba otra opción) y no soy, ni por edad ni por tradición, defensor de la I ni de la II república ni corifeo de nadie. He crecido y he madurado como ciudadano Español prácticamente con la Monarquía, aceptada de buen grado por lo que suponía de apuesta por un futuro más democrático, más justo y más digno para España.
Pero la Monarquía como institución me ha decepcionado: no ha servido para lo único que podría justificarla pese a su anacronismo y a su incompatibilidad con el más elemental sentido de la igualdad de oportunidades y la igualdad de todos ante la ley: la unidad y la unión de España y de los Españoles y servir de modelo y de ejemplo de español. Objetivos éstos que tras casi treinta años de diecisiete reinos de taifas y de contemporizaciones y chascarrillo simpáticos con el nacionalismo y de casos y casos de corrupción en las instituciones, han resultado un estrepitoso fracaso. No sé si otro tipo de jefatura del estado hubiese logrado algo distinto, pero lo cierto es que éste no lo ha conseguido y "para ese viaje no se necesitaban alforjas".
Por otra parte, el Titular ha tenido comportamientos políticos y económicos que me han parecido reprobables. Y eso a pesar de estar absolutamente protegido por la prensa yla casta política y de ser intocable por el poder judicial.
El caso Urdangarín es la gota que colma el vaso y, sí, probablemente la excusa o el único asidero que algunos ven para poder acercarse a un cuestionamiento público de la institución monárquica y de quienes la personifican. Lo que se está publicando de este caso es tan escandaloso, tan asqueante, tan burdo... que pretender que no salpique a quien como jefe del estado tiene la mejor posibilidad y la obligación de enterarse de lo que está pasando y, en este caso, ponerle freno a su debido tiempo y no cuando la opinión pública lo está poniendo contra las cuerdas.
Respeto sus opiniones, admiro inceramente su capacidad para la prosa y el verso, que para mí las quisiera, puedo compartir, probablemente, algunos de sus planteamientos políticos o sociales, pero creo que en este asunto le falta objetividad. En cualquier caso sus opiniones al respecto no son, puede usted estar seguro, más valiosas que las de muchos de aquellos que pensamos que España no necesita una monarquía ni debe tolerar determinados comportamientos.
Un saludo.
Completamente de acuerdo con el Sr. Ussía.
La Corporación Catalana de RTV me cuesta cada año como contribuyente de esta región la friolera de 60 euros anuales.
Los sindicatos de clase me cuestan como contribuyente la friolera de 40 euros al año.
Nadie ha pedido mi opinión sobre este asunto y me declaro insatisfecho y objetor de pago por unos servicios que ni quiero, ni necesito.
Estoy dispuesto a pagar 1 euro al año a Su Majestad, pero ni un sólo céntimo a los nazionalistas-socialistas.
Demóstenes, desde la Costa Dorada.
Ussia, no por esto que escribes, que tammbién, sino por tu trayectoria, eres un bajuno. Nada más.