El pasado mes de junio, cuando el Gobierno ya planteó esta posibilidad, la hija de Franco declaró a Europa Press que le parecía mal y que la opinión de la familia es que deben quedarse allí, porque es una basílica.
Asimismo, en aquella ocasión indicó que la familia tenía conocimiento de esos planes a través de los medios de comunicación, porque el Gobierno no se había puesto en contacto con ellos para estudiar posibles medidas.
En esta ocasión, Carmen Franco ha declinado hacer valoraciones. Según ha explicado a Europa Press, no sabe nada y nadie le ha comentado nada.